Al fin y al cabo, en esta Intermodal South America 2013 a la que me dirijo se da la circunstancia de que está prevista la presencia de la práctica totalidad de las compañías navieras más importantes del mundo; de una veintena de las aerolíneas de mercancías líderes en el mercado intercontinental; y de no menos de una quincena de los mayores operadores logísticos globales, un fenómeno que en España, y perdonen por insistir en lamentos de artículos pasados, no se ha dado a nivel ferial jamás.La presencia española brilla una edición más por su alta competitividad pero adolece, como ya es habitual, de dimensión. No sorprende, en todo caso, dada la ya denunciada en las últimas semanas escasa y amenazada internacionalización de las empresas logísticas españolas. Ahora bien, no deja de llamar la atención que durante años hayamos enarbolado la bandera de que España es la puerta logística de entrada a Europa para el comercio exterior sudamericano y brillen las ausencias en la mayor feria logística del continente y segunda del mundo, según su propio eslogan.¿Qué está siendo de ese ya tópico de "la plataforma logística del sur de Europa"? ¿Qué está siendo de aquella incuestionable dialéctica de la puerta y entrada de salida "natural" para Iberoamérica? ¿Seguimos convencidos? ¿Sí? ¿Y seguimos teniendo capacidad y autonomía de llevarlo a cabo o tenemos que ir a Alemania, Suiza, Dinamarca, Holanda o Francia a preguntar a las grandes multinacionales del orbe si creen en esto y si están dispuestos a defenderlo "por España"?Hace más de una década, MIA y CLASA dibujaron entre el Aeropuerto Internacional de Miami y el Aeropuerto de Barajas un puente logístico incuestionable para la carga aérea que conectaba América y Europa, dos hubs como pilares de una logística que, como hemos señalado, siempre se consideró "natural". Hoy, ¿recordamos qué queda de aquello? A nivel de marca nada y, a nivel operativo, cierta inercia y poco más. Centroeuropa sigue marcando la pauta. Es sólo un ejemplo.¿En qué hemos fallado? Obviamente, no se trata de que algunos se hayan ausentado de esta o de cualquier otra feria. Sigue pesando (sí, más tópicos) que Centroeuropa tiene la industria, tiene la carga, tiene los márgenes, las sinergias y la capacidad, más que nadie, de llenar barcos, aviones y trenes.Ahora bien, y disculpen que insista en la misma obsesión: lo importante no es ya sólo que Centroeuropa tiene la carga, es aún más trascendental percatarnos de que, además, es Centroeuropa la que tiene los grandes operadores logísticos y de transporte, los suyos y cada vez más los nuestros. ¿No supone esto acaso todo el poder de decisión?En estos tiempos de querer cambiar modelos logísticos y, por la otra vertiente, querer ser en el Mediterráneo puerta de entrada en Europa de Asia, ¿bastará con construir corredores y mostrar la lógica aplastante de la competitividad o Centroeuropa hará lobby "nacional", se defenderá como plataforma y nos relegará como periferia sin más alternativa que la levedad de sus designios?Siento que caminamos con fragilidad, una realidad que al menos combaten quienes estos días se hacen presentes en la Intermodal South America. Mis felicitaciones por su constancia y tenacidad.