Ya les adelanto que la primavera suele ser una estación especialmente prolija en noticias de interés directamente relacionadas con nuestro sector, e intuyo que este año no va a ser menos, más bien al contrario. Veamos unos pocos ejemplos.Antes de que llegue el verano, es decir, durante esta primavera, deberíamos asistir a la conclusión de las negociaciones entre los transportistas autónomos del contenedor y el Organismo Público Puertos del Estado. Lo que allí se decida y cómo se decida marcará gran parte del futuro del sector.Seguimos esperando la respuesta de la Comisión Europea a las alegaciones presentadas por España al dictamen motivado contra el sistema de la estiba en nuestro país. Aunque será un proceso muy lento, las conclusiones, reacciones y sentencias también incidirán en el mañana de los puertos españoles.Seguimos igualmente a la espera de la decisión de la Comisión Nacional de la Competencia en torno a la investigación del transporte terrestre en Valencia, un proceso que implica a numerosos colectivos y que a la vista de los precedentes de Barcelona promete ser igualmente interesante, aunque quizás menos de lo que algunos piensan o desean.Sin salir de Valencia permanecen abiertos dos hilos de negociación que en cuestión de semanas pueden convertirse en mechas de traca: el Convenio Colectivo de las Empresas Consignatarias de buques y Estibadoras y el Convenio Colectivo de la estiba. En ambos casos auguro una primavera caliente.También habrá que estar atento a la situación de determinados puertos cuyos tráficos siguen a la baja de forma alarmante, con unas sociedades de estiba claramente sobredimensionadas para los volúmenes que se manejan, y un umbral de rentabilidad lejano al que se exige.Y, por supuesto, tenemos sobre la mesa todavía la negativa del Ministerio de Hacienda a aplicar el III Convenio Colectivo de Puertos del Estado y Autoridades Portuarias.Podríamos seguir enumerando "asignaturas pendientes primaverales", pero ni el espacio disponible ni las ganas me permiten mantener este discurso que destila inquietud e incertidumbre, siempre malas compañeras de viaje.Como pueden comprobar va a ser una estación muy intensa. Creo que la mayoría deseamos que todo vaya discurriendo con "normalidad" para no desestabilizarnos un poco más, pero por encima de todo estoy convencido de que todos queremos que el escenario económico sea un poco más favorable para empresas y trabajadores.Vamos a ver que pasa... en primavera.