Un año más, Cruise Shipping Miami ha cerrado sus puertas tras una edición que podemos considerar como exitosa, tanto por el nivel de asistencia al salón y a las conferencias, como por el interesante contenido de éstas y por el negocio que, a juzgar por el ambiente del salón, se ha podido hacer por parte de los profesionales que han participado en ella.Esta feria no sólo es la más importante del mundo del sector crucerístico sino que es, además, una de las ferias, de entre las que tengo el gusto de conocer, en las que la actividad es más intensa. Por eso, no puedo por menos que revelarme cuando oigo -y les aseguro que los he oído muchas veces, quizás demasiadas- comentarios entre sarcásticos y envidiosos poniendo en duda que los profesionales que vienen aquí lo hagan para trabajar.El motivo no es otro que el lugar de celebración del evento en cuestión: Miami.No les voy a negar que el nombre de esta ciudad evoca como pocos el dolce far niente, el lujo, la buena vida, el espectáculo, las celebrities, los brillos y el oropel. Y tampoco voy a ser hipócrita y les voy a decir que esta no es una ciudad agradable y acogedora, donde se puede vivir muy bien, con un clima excelente y con posibilidades ilimitadas para el ocio.Pero todo ello no significa que los profesionales que vienen a esta cita lo hagan para disfrutar de las bondades que ofrece Miami al turista. Muy al contrario. Les aseguro que las agendas de algunos son tan apretadas que prácticamente no conocen nada de la ciudad a pesar de haber venido más de un año y de dos.Cierto es que en los escasos momentos que quedan libres, es mucho más agradable poder relajarse en un lugar con un clima y un ambiente como el de Miami que, pongamos por caso, en el desierto de Gobi. Pero los mismos que vienen a Cruise Shipping Miami a trabajar y a traer negocio y crecimiento económico para España -lo que deriva en puestos de trabajo, no lo olvidemos- a través del sector crucerístico, también van a salones similares a lugares como, pongamos por caso, Marsella en pleno invierno, lloviendo chuzos de punta y aguantando en la feria con los pies mojados todo el día; o sufriendo un frío de tres pares y 'acqua alta' en Venecia, ciudad que, les aseguro es increíble como turista pero horrible para trabajar.A lo mejor, como en todo en esta vida, alguno de los cientos de españoles que viajan hasta Miami para asistir a Cruise Shipping lo hará pensando más en el destino que en el trabajo. Pero la inmensa mayoría está aquí para hacer negocios. Unos negocios que están destinados, simple y llanamente, a generar riqueza al otro lado del Atlántico, es decir, en España.No hagan pagar a justos por pecadores. Y, sobre todo, no evoquen a la dichosa crisis para criticar la presencia de estos profesionales en Cruise Shipping Miami. La de la inmensa mayoría es totalmente necesaria para garantizar el futuro crecimiento de un sector que genera muchos, muchísimos puestos de trabajo en nuestro país -27.500 empleos en 2011 y 1.298 millones de euros según CLIA Europe-. Seamos más objetivos y más inteligentes.