Estos y tantos otros, seguirán siendo memoria viva de varias generaciones, incluida la mía. Por eso, sentí un fuerte escalofrío, un latigazo seco de nostalgia, al volver a escuchar hace unos días en TVE la sintonía de Antón García Abril para “Los Camioneros”, serie dirigida por Mario Camus y protagonizada por Sancho Gracia, que allá por 1973 compuso los fotogramas de mis primeros recuerdos, aún en blanco y negro. He visto ahora algún capítulo en color en el canal TVE HD y otros más en Youtube. Y no he podido evitar transcribir algunos diálogos. Han pasado 40 años. Apenas había autovías entonces y el Pegaso de Paco (Sancho Gracia) se abría camino por carreteras nacionales y secundarias mal asfaltadas y peor señalizadas. Sin cinturón de seguridad, ni directivas de descanso o tacógrafo digital. Bastaba un paquete de Ducados. Carretera y manta. Otras cosas no han cambiado tanto. En el capítulo “La escapada de un viejo corredor”, Paco habla con su socio Fermín (Manolo Zarzo) sobre la compra de un camión:- Damos una entrada del 30% y el resto a plazos. Yo tengo mi parte, ¿y tu?-Podría conseguirlo pero es empeñarse para mucho tiempo. Además, con un 17 toneladas tendríamos que hacer paquetería y ya sabes qué es eso... andar por libre y con las agencias en contra...-Tenemos que conseguir un préstamo a más tiempo. De alguna forma hay que empezar. El que no se arriesga...- Trabajar por cuenta propia tiene sus riesgos. Si no cuentas con las agencias no consigues portes y si trabajas con ellas hay que pagar comisión. Si a todo esto añades los plazos del camión...En otro instante, Paco sube a un ciclista a la cabina y le habla de la profesión:- Todos los camioneros tenemos el estómago estropeado. Y no de beber. Es por salir zumbando justo después de haber comido. Nunca hacemos bien la digestión y con la tensión que hay en esto...En “Quince toneladas de madera y una mujer”, un amigo de Paco, marinero reconvertido a camionero, se confiesa: - Estuve de 1942 a 1958 llevando madera por el Cantábrico en pequeños cargueros. Recogíamos troncos en puertos de pequeño calado para bordear la costa y los llevábamos a El Musel o Santander. No debí dejar el mar pero aquello había bajado mucho, el transporte era demasiado lento para competir con los camiones.En el capítulo “Puesta a punto de un conductor”, Paco supera las pruebas y en su primera ruta, al volante del Pegaso, su instructor (interpretado por el fallecido Alberto de Mendoza), le alecciona:- Es muy duro este trabajo y vas a pasar malos ratos pero siempre se sale adelante. Ahora te vas a dar cuenta de lo que es el sueño agarrado al volante; de lo que es cambiar una rueda en la nieve con 20, 30 o 60 toneladas encima; de lo que es llevar un volumen de carga que sobrepase con mucho la cabina y de que el viento te lleve de un lado a otro de la carretera; de lo que es pasar por una ciudad y no poder mirarla; de lo que es hacer un buen trabajo por el gusto de hacerlo sin que nadie te vigile, y hacerlo bien. Es muy dura esta profesión pero abres la ventanilla...y entra el aire.