En estos tiempos en los que es necesario aprovechar todo tipo de oportunidad y tratar de exprimir al máximo los recursos, no está mal que los gigantes del mar que se pasan el año viajando por todo el mundo "por necesidad" sean aprovechados también para "transportar" algo más que no sean contenedores o mercancías a granel.Los más veteranos sabrán que la idea no es nueva. Hace muchos años, quizás no tantos, era bastante común que el pasajero ocasional viajara en mercantes, con muy pocos lujos (más bien al contrario) pero a precios asequibles.Hoy ha cambiado la forma pero no el fondo. La compañía francesa CMA-CGM ofrece estos originales cruceros a bordo de sus portacontenedores desde el año 2000, bajo la denominación comercial "Cruceros de carga". El último en sumarse a esta peculiar oferta es el "CMA-CGM Marco Polo", hoy por hoy el buque en servicio más grande del mundo, con 16.000 TEUs de capacidad y 396 metros de eslora.Según relata la compañía, "se ofrece a los viajeros la posibilidad de vivir una experiencia única e inolvidable, descubriendo los océanos, mares y continentes al ritmo del comercio internacional y de involucrarse en la vida a bordo, compartiendo la vida cotidiana de la tripulación".Para que el crucero parezca un crucero (no me he equivocado), el "CMA CGM Marco Polo" dispone de cinco modernos camarotes dobles de 20 metros cuadrados cada uno con un salón con TV, además de una biblioteca, gimnasio e incluso una piscina.El buque opera en la ruta entre Asia y Europa lo que permitirá a los viajeros descubrir puertos como Ningbo, Shanghai, Xiamen, Hong Kong, Chiwan, Yantian, Kelang Port, Tanger, Southampton, Hamburgo, Bremerhaven, Rotterdam, Zeebrugge, Le Havre, Malta, Khor Al Fakkan, Jebel Ali o Ningbo. Otras rutas ofrecidas por la compañía son: Asia-Mediterráneo, EE.UU.-Asia, vuelta al mundo (a través del canal de Panamá), Europa-Guayana-Brasil, ruta de India occidental o Europa-India.No sé a ustedes, pero a mí me parece una opción alucinante. Confieso que estaría encantado de hacer cualquiera de estas rutas (e incluso un único trayecto entre dos puertos) en un portacontenedores... Posiblemente mi familia me invitaría a viajar solo, conmigo mismo, pero estoy convencido de que para un friki del sector como muchos de nosotros, la experiencia sería irrepetible.No obstante, y puestos a imaginar, me encantaría que estos cruceros fueran obligados para todos aquellos políticos y dirigentes que aterrizan en nuestro sector pensando que los puertos siguen siendo enemigos, ajenos al mundo real y generadores únicamente de problemas.Y ya que estamos imaginando, se me ocurre que los transportistas podrían ir amortizando sus viajes ofreciendo una parte de su cabina a pasajeros diversos (incluso a los señores de la CNC) así, además de conseguir un viaje la mar de entretenido, confortable y económico, tendrían la oportunidad de conocer, lejos de sus despachos, cuál es la tragedia que día a día viven estos profesionales del transporte.