En el caso de los autónomos valencianos de Transcont, la medida de no aceptar órdenes de transporte para Noatum CTV desde el pasado lunes, responde a una reivindicación histórica en torno a la seguridad laboral en las terminales del Puerto de Valencia.Por lo que respecta a Barcelona, la sanción impuesta por Competencia a ALTC y Cotraport, conocida la pasada semana, ha terminado por desbordar el vaso de la paciencia de los transportistas.Aparentemente las dos movilizaciones no tienen nexo de unión, pero estoy convencido de que están íntimamente ligadas por la presión que en estos momentos está ejerciendo sobre el sector la Comisión Nacional de Competencia.La movilización de Transcont Comunidad Valenciana se ciñe exclusivamente a una de sus grandes reivindicaciones históricas, pero todos sabemos que su problemática va mucho más allá con cuestiones, como la de los impagos, que perfectamente podrían ser motivo de diferentes acciones.Con un mar de fondo tapizado por la brusca caída de la actividad (no olvidemos que los transbordos nada generan para el transporte terrestre), los transportistas valencianos vislumbran un panorama oscuro que se torna negro profundo en cuanto uno se acuerda de que todavía está pendiente la resolución de Competencia en torno al expediente abierto en el sector, y por más que uno se sienta completamente inocente, la experiencia de Barcelona digamos que te pone en alerta y genera inquietud e incertidumbre.Esta sensación de inestabilidad contribuye, a la fuerza, a que los transportistas intenten defender con más pasión aquello que creen que por ley les corresponde, en este caso, el cumplimiento de las normas en materia de prevención de riesgos laborales.Dicho todo esto, no me queda más remedio que bajar al detalle de la movilización de los autónomos valencianos. Si el problema lo reducimos a un enfrentamiento entre la terminal y los transportistas, les puedo asegurar que tenemos culebrón para rato, porque la solución pasa por la implicación de otros actores de la cadena (navieras, consignatarios, autoridad portuaria, etc. ) corresponsables en la seguridad de la operativa.Se impone, por lo tanto, un diálogo sereno y constructivo, además un análisis profundo de la situación. ¿Quién propone? ¿quién va a dar el primer paso? ¿quién asume esta responsabilidad? Tanto ustedes como yo tenemos una respuesta clara a esta cuestión, el gran problema es que la sombra de Competencia es tan alargada que acaba por dinamitar la poca iniciativa que de por sí se muestra en estos asuntos.