Como en el sorteo de Navidad, ya han salido los premios gordos: nuevo president de la Generalitat Catalana y nuevo presidente del Gobierno de España. Han salido los segundos, y ya se han cerrado las quinielas para los ministerios. Ahora falta el tercer premio, llamémosle Secretaría de Estado, el cuarto premio, el presidente de Puertos del Estado, y ... la pedrea. Esos premios menores los recogerán los cargos intermedios que ocupen los puestos que dejen libres los desterrados.
Otro premio considerable lo recibirán los que, sencillamente, no vean movida su silla de sitio. Que no es lo mismo un despacho con vistas que sin vistas. Con todo esto, hemos vivido concreciones, como el anunciado relevo en la presidencia de la APB, donde Mercè Conesa ha empezado a instalar ya su cactus y su grapadora en el despacho de Sixte Cambra, o como la renuncia de Josep Andreu en el Puerto de Tarragona. Pero también especulaciones diversas sobre quién ocupará Presidencia de Puertos del Estado o la Secretaría de Estado.
En todos los rumores, como en algunos nombramientos, resulta especialmente curioso que la capacitación profesional de cada cual importe entre poco y menos. Para que te señale el dedo que te ha de señalar importa el sexo, de dónde eres, si eres independentista o independiente, si estuviste conmigo o contra mí, si tu mentor está preso o libre. El currículo... ¿Qué es eso? Parece cada vez más claro que no importa lo que estudies, sino quién se sentó cerca de ti durante la carrera.
Sea como sea, los que lleguen, al poder en general y a nuestro sector en particular, habrán de contar con un plazo determinado de tiempo de margen y con la colaboración inicial de todos, incluida la nuestra. Luego, con una sonrisa, habrá que recordarles que lo que tienen entre manos es el pan nuestro de cada día. Que los anteriores lo han hecho, algunos, en ocasiones, especialmente bien.
Que esto no es un juego y que no entraremos en cómo han llegado al poder, pero sí, y mucho, en cómo lo utilizan. Habrá, como digo, más novedades en breve. Unos vendrán y otros no. Pero ustedes y nosotros seguiremos aquí, pagando deudas y las nóminas de muchos de ellos.
En nuestro mundo no importa tanto de dónde eres, ni tu sexo, ni si eres zurdo o más de derechas que el grifo del agua fría. Importa trabajar mucho y muy bien, durante toda la vida. Y eso no es un rumor. Es una realidad. Por favor, los nuev@s, tengan en cuenta lo que se recordó estos días en el SIL, “la logística es tan fuerte como su eslabón más débil”. Traten de no ser ustedes ese eslabón. Gracias.
