Menú
Suscripción

Salvemos el Megaport

A finales de los años 90 salió a la luz un viejo proyecto de la Autoridad Portuaria de Valencia que había sido pergeñado primero por Fernando Huet y Rafael del Moral y posteriormente evolucionado en sucesivas presidencias y direcciones generales de la entidad valenciana.

  • Última actualización
    26 enero 2017 00:00

El proyecto "Megaport" contemplaba la creación de una plataforma única formada por los puertos de Valencia y Sagunto, ambos dependientes de la APV, para ofrecer al mercado una herramienta logística de primer nivel y con un valor geoestratégico sin precedentes.Las carencias de un puerto (básicamente de espacio), iban a ser cubiertas por el otro; y las debilidades del segundo (que pasaban por su escasa diversificación), se cubrirían con la variedad de nuevos tráficos que se iban a desviar del primero. Da igual donde atracara el barco, las condiciones iban a ser las mismas y los costes de escala prácticamente idénticos. Un megapuerto formado por la unión, casi fusión, de dos plataformas logísticas totalmente compatibles.Faltaba un pequeño detalle: una conexión eficiente y de alta capacidad entre los dos puertos que pudiera garantizar un flujo diario y constante de miles de camiones y decenas de trenes lanzadera. Esa eficiencia, evidentemente, pasaba por sortear el trazado del by-pass que convertía los algo más de treinta kilómetros entre los dos puertos, en más de 50... una distancia que ya sobrepasaba el límite de la rentabilidad para un proyecto como el Megaport.Con una confianza que todavía hoy sorprende, los gestores portuarios de entonces fiaron el éxito del proyecto al desarrollo del archiconocido y sobado "Acceso norte al puerto de Valencia", una actuación que todavía hoy se mueve en los terrenos de la utopía.Han pasado más de veinte años y el término Megaport se ha evanescido agarrado a las brumas del humedal de la Marjal del Moro. Sin embargo, quizás más que nunca, el concepto sigue plenamente vigente y puede que haya llegado el momento de rescatarlo.En realidad, desde la APV nunca se ha dejado de pensar en Sagunto como la extensión natural de Valencia y se han tomado decisiones encaminadas a generar esas necesarias sinergias entre los dos puertos... pero hablamos de un término, de una palabra que ahora puede calar políticamente y que podría encajar en la filosofía de otras actuaciones que tienen mucha mejor prensa (como el Corredor Mediterráneo), aunque escasas dotaciones.El Acceso Norte debe confiar su futuro a otros proyectos complementarios y alternativos, porque de lo contrario quedará nuevamente en el cajón de los asuntos pendientes y nunca ejecutados.Llegados a este extremo, como somos perfectamente conscientes de que si nos quedamos esperando a que llegue una dotación presupuestaria no conseguiremos avanzar nunca, es necesario buscar soluciones alternativas y factibles que pasan por la intervención del ámbito privado.Como recordaba continuamente nuestro añorado Juan Antonio Mompó, ex presidente de la APV, la distancia entre determinados muelles del Puerto de Rotterdam (el primero de Europa) es superior a la que existe entre Valencia y Sagunto. Salvando particularidades, culturas y políticas, quizás se puedan encontrar nuevos argumentos como para resucitar el término Megaport y todo lo que lleva aparejado. Y sí... ya sé que la ignorancia es muy atrevida, pero peor es la pasividad.