Algeciras, su puerto, está situado estratégicamente en el posiblemente segundo estrecho marítimo con más tráfico de barcos portacontenedores del mundo, después del de Malaca con el Puerto de Singapur en la misma condición que el nuestro. Ahora en Algeciras, su puerto, el Puerto de Algeciras afronta el cambio de su máxima autoridad, su presidente.
Todos hemos leído, oído y por qué no decirlo, comentado, que si Fulano, suena, no que es Mengano, o Zutano, y no, ese no es el camino. El Puerto de Algeciras, necesita de una persona que sea conocedor del tema portuario y con experiencia probada, es decir, no es suficiente el currículum, ni la buena disposición o voluntad, se necesita algo más, una trayectoria profesional reconocida.
Desgraciadamente, todos sabemos que, salvo excepciones, siempre se ha optado por situar en puestos de responsabilidad, y este lo es, a ciudadanos sin relieve y sin éxito importante en su vida profesional, y hablo en general, pero tenemos que reconocer que esa ha sido la norma.
Los partidos políticos, los gobiernos de turno, ya sean autonómicos o nacionales, lo que buscan es poner en estos puestos a personas, que no les creen problemas, lo que los americanos denominan “yesman”, y por eso unos (los que nombran) y otros (los posibles) están moviendo sus peones para que salgan, Fulano, Mengano o Zutano. Es decir, la estrategia y la táctica se convierten en fines, cuando deberían estar relegadas a su verdadera función de medios.
Y por si esto no fuera poco, normalmente suele ocurrir que las “cualidades” de esos futuribles son los “atributos” que los hacen inapropiados para el cargo, y Algeciras, su Puerto, necesita un presidente alejado de esos parámetros.
Es hora de ser ambiciosos y valientes, es la hora de preocuparnos por hacer las cosas bien y no quedar bien con los mismos de siempre.
Tomemos un ejemplo, al presidente de Singapur, no del Puerto, se le exige que haya gestionado una empresa con una capitalización mínima de 200 millones de dólares o que haya sido funcionario del más alto nivel, con éxitos objetivos y contrastados en su currículum. ¿Por qué no copiamos de los mejores e intentamos hacer las cosas bien?
La persona que va a gestionar la primera “industria” de este Estrecho de Gibraltar debe ser un profesional que reúna las condiciones necesarias para ello y no sea este puerto el refugio de los “viejos elefantes” o de los “ineptos yesman”, ese no es el camino.