Solo. Sin más compañía que su mochila. Así entró el miércoles Francisco Toledo,
nuevo presidente de Puertos del Estado, a la sala Constitucional del Congreso
de los Diputados, con motivo de la comparecencia del ministro José Luis Ábalos
en la Comisión de Transportes. Adivinen dónde estaba este Suricata...
Toledo aprovechó la comparecencia para conocer al resto del equipo de gobierno
del ministro, que estuvo acompañado de su séquito de fieles asesores, desbordados
en el envío de anotaciones por whatsapp para su defensa ante el hemiciclo.
Si bien no tuvo un mal recibimiento, se puede decir que tampoco fue una entrada
triunfal la de Toledo. Algún que otro miembro del equipo del ministro, ante la ignorancia
de su nombramiento, anduvo un poco despistado al increparle que se
sentara en “la mesa de los periodistas”, situada en una de las esquinas de la sala.
Él mismo tuvo que levantarse del asiento y presentarse como nuevo presidente
de Puertos del Estado, presentación acompañada de un “tierra, trágame”, por
parte del recriminador.
Una vez aclarado el malentendido, todo transcurrió con la tranquilidad y el tedio
que caracteriza a una reunión de la Comisión cuando se trata de escuchar un discurso
de casi dos horas del ministro. Podemos decir, ahora sí, que Toledo ya se ha
estrenado en el cargo.