Seguimos a la espera de la famosa reunión extraordinaria de la Comisión de Transportes que a estas alturas debiera ya haber dado el paso decisivo para seguir avanzando en la tramitación de la Ley de Movilidad Sostenible.
Tras la sesión abortada de urgencia el 19 de junio por el caso Cerdán-Ábalos-Koldo, se aprobó la ponencia pero quedó en el aire el dictamen, pues en la Comisión los apoyos estaban asegurados pero no así en el Pleno del Congreso, votación imprescindible antes de que el Proyecto de Ley viajara al Senado.
Consumido el periodo ordinario de sesiones y aún a riesgo de no tener respaldo en el Pleno tras el verano, fruto de la posición de Podemos, el Gobierno estaba convencido de poder aprobar el dictamen habilitando en julio una sesión extraordinaria de la Comisión de Transportes, a la que incluso el portavoz de Junts, Isidre Gavin, puso fecha: el 8 de julio.
Ese día no hubo finalmente Comisión y a estas alturas no parece que finalmente la vaya a haber antes del inicio del nuevo periodo de sesiones, perpetuando el calvario de un texto legislativo del que ya sí podemos intuir al completo todo lo que podría dar de sí, tras las enmiendas introducidas en la ponencia.
Entre esas enmiendas, tal vez las que merecen una reflexión son las relativas al transporte ferroviario de mercancías, con dos planteamientos que no dejan de ser “de principios”, aunque más allá de su pleno desarrollo fijan una posición clara y un marco para poder definir a futuro nuevas propuestas más avanzadas.
Por un lado, se ha introducido como novedad un apoyo “por Ley” al desarrollo de las autopistas ferroviarias, ya que se añade en la nueva Disposición Adicional Sexta el compromiso de “impulsar la implantación de autopistas ferroviarias en corredores estratégicos del territorio español”, para lo cual “el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible elaborará un plan o programa de autopistas ferroviarias en aquellos corredores donde sea viable y exista interés empresarial para su desarrollo, basándose para establecer la viabilidad de estas infraestructuras, mientras no sea actualizado, en el Estudio para el Desarrollo de Autopistas Ferroviarias, elaborado en 2015 por el Ministerio de Fomento”.