A Filomena, sin comillas, hay que agradecerle que, siquiera por unas pocas horas, nos hiciera olvidar los ayes del coronavirus, sepultado informativamente por su manto de nieve. O que nos regalara estampas más propias de Dakota del Norte que de Madrid. Pero a diferencia de la nieve y el hielo, la ilusión se derritió más bien pronto y la logística volvió a hacerse más necesaria que nunca, igual de vital que siempre. Transporte y logística de personas y mercancías, se vieron de nuevo elevados a la categoría de esenciales, aunque de eso poco entiende Filomena, a nuestro pesar.
Dejando a un lado el debate sobre si las medidas de prevención y de respuesta frente a los efectos del temporal de frío y nieve han sido suficientes y adecuadas, la Administración ha encontrado una vez más en el sector logístico un aliado en el que puede confiar plenamente para garantizar el abastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad para la población, así como de materias primas y bienes esenciales para la industria.
A diferencia de la nieve y el hielo, la ilusión se derritió más bien pronto y la logística volvió a hacerse más necesaria que nunca, igual de vital que siempre. Transporte y logística de personas y mercancías se vieron de nuevo elevados a la categoría de esenciales, aunque de eso poco entiende Filomena, a nuestro pesar
La logística siempre responde y esta vez no lo será menos, cuando las vías de circulación y las naves logísticas, especialmente de Madrid y Castilla La Mancha, que conectan con toda España, queden despejadas de nieve y hielo. Filomena, a nuestro pesar, ha puesto a prueba la cadena de abastecimiento de gran parte de España justo en un momento en el que la distribución de la vacuna del COVID-19 y de medicamentos es crucial para combatir la pandemia. Por ello, ante las difíciles jornadas que aún restan hasta que se restablezca la normalidad en las principales vías de comunicación y centros logísticos, la Administración no debe escatimar ningún esfuerzo por garantizar la actividad de las empresas de transporte y logística, atendiendo más que nunca a su carácter esencial.
Manuel Vega Q.E.P.D.
Por otra parte, y muy a mi pesar, muy a nuestro pesar, recordamos hoy a Manuel Vega, Manolo, jefe del Departamento Comercial de la Autoridad Portuaria de Huelva, quien perdió hace unos días la vida de forma trágica en el mar en su Asturias natal, a los 59 años de edad.
Durante todos estos últimos años han sido frecuentes las ocasiones en las que tanto yo como otros compañeros de Diario del Puerto hemos tenido la suerte de tratarle en ferias y eventos sectoriales. Siempre gentil y dispuesto a atender nuestras peticiones, con una sonrisa y buenas palabras. En Berlín, Múnich, Bremen o Sao Paulo, en Madrid o Barcelona... allá donde estaba Manolo había alegría y optimismo.
No importara la época del año o lugar del mundo, después de un vino, y al terminar la feria, nos dábamos un apretón de manos e intercambiábamos deseos: “¡Nos vemos en la próxima, Manolo. Cuídate!”, te digo hoy también.