Escuchar, leer y ver en directo a las personas que nos ayudan a comprender mejor el mundo a través de sus escritos, discursos, canciones o productos audiovisuales es un lujo. Eso es así. No todo el mundo se lo puede permitir.
Por ello, muchos buscan sus referentes, sus líderes de ¿opinión?, entre la oferta low cost que ofrecen las redes sociales(y hablo de todas ellas -Twitter, Facebook, Linkedin, Instagram, etc.- porque no se libra ni una) donde la necedad y las fake news se confunden con las noticias contrastadas y fundamentadas en la verdad, sin parcialidad. Así aparecen supuestos expertos que no saben de nada pero que, gracias a sentencias grandilocuentes y polémicas (sobre todo polémicas, porque hay que hacer arder las redes), se han convertido en aglutinadores de devotos acólitos, de esos que no tienen filtro.
Fotos bonitas, declaraciones incendiarias y a echar la mañana bajo el sol invernal...
Mientras, al otro lado, los damnificados por estas actitudes.
Les cuento. El jueves el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, y otros directivos de la marca visitaban la planta valenciana de Almussafes para supervisar el proceso de lanzamiento del nuevo Kuga (el vehículo más electrificado de Ford hasta la fecha). Tanto los trabajadores de la planta como el gobierno valenciano esperaban el encuentro con Rowley como agua de mayo porque, a buen seguro, iba a poder avanzar cuáles son las líneas estratégicas de futuro de la firma y si Valencia está, o no, en sus planes. Y algo hubo.
Por un lado, Ford anunció una inversión de 42 millones de euros en su planta de Valencia para nuevos modelos híbridos (S-MAX Híbrido y Galaxy Híbrido) y el ensamblaje de baterías. Es decir, Ford está escribiendo su futuro sobre los pilares de la electrificación y en ofrecer una mayor eficiencia de combustible, menores emisiones de CO2 y un mayor refinamiento, y nuestra planta está presente en la fiesta. Bien.
Pero (sí, hubo un pero), no se comprometió a que se mantengan todos los puestos de trabajo. Habrá carga de trabajo ¿pero cuánta? No se sabe. No hay que olvidar que a finales de 2019 la compañía decidió trasladar, en 2022, a Estados Unidos la nueva generación de motores Ecoboost que produce en Almussafes y que suponen el 90% de la producción total. 900 empleos están en el aire. Ahí es nada. Por el momento toca esperar. Además, aprovechando este marco en el que estábamos todos eufóricos porque Ford se queda -por el momento-, la marca del óvalo nos recordó que ha invertido 3.000 millones de euros en Valencia desde 2011. Muy bien. Y ahora es cuando hago el giro de guion de “Tiempo de matar”: ¿Se imaginan que los políticos y agentes sociales que están acosando al proyecto de Terminal Norte propuesto por TiL en la Ampliación Norte se comportasen así con Ford?
¿Se imaginan titulares y declaraciones como las que hemos leído/oído/visto estos meses sobre el puerto de Valencia sobre la multinacional americanaque, a la postre, está aquí y no en otro lado, gracias precisamente a la potencia del hub portuario valenciano?
¿Serán capaces los políticos valencianos de entender que ladrar al puerto (contra el puerto) ahuyentará a todo aquel que quiere utilizarlo?Llámese Ford, llámese Carrefour, Lidl, Mercadona, etc. Por no hablar de la inversión comprometida por TiL de más de mil millones. ¿Acaso están negociando con algún gran inversor que va a venir a Valencia a generar empleo y riqueza con este montante de inversión? ¡Chico pues que no lo digan y se acaban los líos! Hacemos un cambio de cromos y listo.
Ay lo que hay que escuchar. Paciencia.