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Héroes sin capa

Cada día, a las (pongan ustedes la hora porque el calendario de citas en el balcón se está complicando), las gentes de España se asoman a sus ventanas, balcones y terrazas para aplaudir, cacerolear (perdonen que me invente el palabro), gritar o cantar y lo hacen para honrar, criticar o entretener, pero también para demostrar que seguimos vivos, activos, rebosantes de ganas de vivir en colectividad.

  • Última actualización
    20 marzo 2020 12:34

Y dentro del colectivo de personas a las que agradecemos sus esfuerzos, desvelos e investigaciones, poco a poco, con el repensar de los días, se han ido incluyendo profesionales de gran variedad de ámbitos, pero todos ellos importantes para gestionar, de la mejor manera posible, esta crisis sanitaria. Entre las profesiones que -por fin- reciben el aplauso y cariño de la gente se encuentran los transportistas.

Vale que son muchos los que no se han acordado de ellos, de su importancia en la cadena de valor que es la logística bien engrasada, hasta que han salido histéricos rumbo al Mercadona porque había que comprar ¿papel higiénico? (really George...) Pero estaría bien que, de todo esto, saliera algo bueno y que una profesión tan maltratada como la del camionero y camionera (que las hay bravas y valientes circulando por toda Europa) se revalorizara, adquiriendo el porte que realmente se merece en una sociedad muy moderna, tecnológica y todo lo que tú quieras... pero que sucumbe en el caos si los suministros no llegan a los estantes de los hipermercados. Qué somos unos mimados privilegiados que no estamos acostumbrados a que nos digan que no hay de algo o que, OMG, tendremos que esperar uno o dos días. Pero “si soy amazon prime, señor”, ha pensado más de uno, seguro.

Ahora, siendo conscientes de que su trabajo y esfuerzo está siendo vital para que  los suministros médicos, sanitarios, alimentarios, etc.  lleguen a tiempo, ¿por qué no les echamos una mano y les dejamos que puedan trabajar en condiciones?

Las asociaciones de transportistas lo están diciendo alto y claro: quieren trabajar pero no pueden hacerlo si los profesionales no cuentan con los EPI’s exigidos para protegerse de la pandemia del Covid-19. Guantes, gafas, geles y mascarillas están siendo muy difíciles de localizar (y más si estás todo el día subido en un camión).

Se ha pedido ayuda a las administraciones. Se ha pedido apoyo a los centros a los que acuden a cargar o descargar. Por favor, los que tengan el poder de hacer algo, háganlo. Empatía. Comprensión. Empresas: déjenles que vayan al baño, que se aseen, que se saquen un café. Tomen las medidas de seguridad pero no sean mentecatos, no les cierren la puerta en las narices. Porque si la carretera para, mejor dicho, si a la carretera la detienen, la recuperación en este estado de alarma se hará tremendamente compleja.

Gobierno: si se produce la rotura de stock, además de al coronavirus tendremos que hacer frente a la histeria y a su  hermana más peligrosa: la violencia. Incluyan al transporte (todo él) en el grupo de profesionales prioritarios -tras los sanitarios- y entréguenles los EPI’s.

Y, además, los transportistas no se están negando a trabajar, y podrían pensar en su bienestar, en quedarse en casa con su familia; pero su responsabilidad con la sociedad prima. Así me lo han dicho. Y les creo.

Y no me olvido de que también están dando el callo los estibadores y los logísticos (todos). Toda la cadena logística está al pie del cañón para que las mercancías lleguen lo antes posible. Ahora parece que las críticas a unos y otros sobre sus sueldos, enchufes, etc. han desaparecido...

Así que, esta tarde cuando llegue la hora, no nos olvidemos y démosles nuestros aplausos y vítores porque también son héroes. Nuestros héroes.