Algunos tienen la suerte de que los vientos otoñales arrumban a las puertas de sus cubiles las hojas ocres que estos días caen de los árboles.
En mi caso también son hojas pero de otro tipo las que se me arremolinan en la entrada, en este caso copias y contracopias de sentencias, actas, mediaciones y demás zarandajas tribunaleras, herederas de los conflictos que pueblan como setas de temporada la campiña de nuestra logística y que no aportan más verdad por más que se lea.
Sin ir más lejos, en la estiba, estando como estamos todos esperando al V Acuerdo, ¿entienden ustedes por qué en Barcelona hace ya meses que firmaron su convenio local, mientras en Bilbao perdieron la paciencia y ya llevan 15 días de huelga total y, en Valencia, a su vez, quieren empezar a negociar su convenio ya? Yo no.
Serán las hojas, unas y otras, que me están tapando el bosque...