El Ministerio de Transportes y el Govern de la Generalitat hicieron público el martes su propuesta para ampliar el Aeropuerto de El Prat que permitirá albergar sin restricciones todo tipo de aeronaves que operan rutas intercontinentales. Se trata de un primer paso para poner en marcha el proyecto, pero serán necesarias muchas horas de negociación para llegar a un consenso con los ayuntamientos afectados por la ampliación, y también con los partidos políticos que apoyan al Govern de Salvador Illa en el Parlament de Catalunya, Esquerra y Comuns, que ya han mostrado su posición contraria a la ampliación del recinto. Cabe recordar que en 2021 ya se descartó una primera propuesta por esta falta de este consenso y las posiciones de todas las partes involucradas en el proyecto parecen ser las mismas que cuatro años atrás.
Si finalmente se alcanza un acuerdo entre todas las partes y se ejecuta la ampliación, que se prevé que esté lista en el año 2033, la carga aérea de Barcelona sería una de las grandes beneficiadas. Uno de los principales problemas para el transporte de mercancías en El Prat, y un elemento que la ampliación debe resolver de manera efectiva, es la escasez de rutas intercontinentales directas. Si bien Barcelona cuenta con una excelente conectividad europea, las conexiones directas con mercados estratégicos como Asia, Latinoamérica o Norteamérica siguen siendo limitadas en comparación con otros grandes hubs europeos.
Sin embargo, la ampliación de la infraestructura es solo una parte de la ecuación a la hora de incrementar las rutas intercontinentales directas. La otra parte reside en Aena y su influencia se vislumbra como fundamental para lograr el objetivo.
La ampliación de la infraestructura es solo una parte de la ecuación a la hora de incrementar las rutas intercontinentales directas
Barcelona, a pesar de su atractivo como destino turístico y su relevancia económica, no ha tenido una conectividad de largo radio suficiente si la comparamos con otros grandes aeropuertos europeos como Frankfurt, Amsterdam, París o Madrid. Esta deficiencia obliga a muchas empresas a desviar su carga a través de estos hubs intermedios, lo que encarece los costes, alarga los tiempos y resta competitividad.
Así, para que la ampliación de El Prat se traduzca en un verdadero salto cualitativo para el conjunto del recinto y en concreto en la carga aérea, Aena debe asumir un papel proactivo y estratégico en la atracción y facilitación de nuevas rutas intercontinentales a través de incentivos económicos, la promoción activa del Aeropuerto de El Prat en foros internacionales y asegurando la eficiencia operativa de las terminales de carga.
La ampliación del Aeropuerto de El Prat es, sin duda, una inversión estratégica en la competitividad de la economía del territorio. Dotará a Catalunya de una infraestructura aérea moderna y con capacidad de futuro. Pero para capitalizar plenamente esta inversión es imprescindible que Aena asuma con decisión el liderazgo en la atracción y el fomento de esas deseadas rutas intercontinentales directas. Solo así El Prat podrá desplegar todo su potencial como un motor logístico y de conectividad global.
La región metropolitana de Barcelona puede convertirse en uno de los hubs logísticos de referencia en Europa, con un Puerto de primer nivel, una Zona Franca que se transforma en el Distrito 4.0 del territorio y un Aeropuerto bien conectado con vuelos directos a todo el mundo. Y todo ello concentrado, a muy pocos kilómetros de distancia unos de otros. Barcelona debe aprovecharlo.