La atracción de este talento al mundo portuario lleva su tiempo porque son muchos años de oscurantismo (¿interesado?) sobre las profesiones logísticas, pero ya se está trabajando en ello. Hay proyectos de investigación que están detectando los perfiles profesionales que el sector requerirá, se está trabajando con las administraciones para definir programas formativos que desarrollen las capacidades que la profesión logística necesita y, por fin, se conocen los perfiles más demandados en el negocio del comercio internacional.
Ahora toca ser valientes y comenzar a promocionar las profesiones logísticas libres de cargas de género. Hay que limpiarlas de “tradiciones” tóxicas e incomprensibles en pleno siglo XXI. En una década en la que la tecnología y la digitalización lideran los planes estratégicos de futuro ¿toca hablar de fuerza bruta? ¿Todavía estamos en esas? ¿Por qué el papel de las mujeres en el mundo productivo y económico todavía se considera como una cuestión excepcional?
En una década en la que la tecnología y la digitalización lideran los planes estratégicos de futuro ¿toca hablar de fuerza bruta? ¿Todavía estamos en esas?
Además, el relevo generacional en el sector es inevitable, urgente en algunos casos, así que la gente joven debe saber qué se hace en el sector y qué se espera de los nuevos profesionales. Deben sentirse tentados a entrar al sector porque, una vez entren, no lo dejarán. El sector engancha. También debe perseguirse llegar a perfiles de todo tipo. Las empresas no deberían perder la oportunidad de unir sinergias entre personas diferentes, con puntos de vista distintos y capacidades complementarias. Promocionemos el futuro logístico sin techos de cristal que romper, pongamos en valor a las pioneras que desembarcaron en puestos de responsabilidad en los años 70 y que abrieron el camino para que las mujeres dejaran de ser las acompañantes de la máquina de escribir, e incentivemos que las mujeres accedan a la formación especializada en logística porque este es el primer paso para trabajar en él y, como nos contó Mercè Conesa, el porcentaje de mujeres que están accediendo a la formación profesional en el sector marítimo y portuario “no llega al 4%”. Qué penita.
“Es vital que impliquemos a toda la sociedad para llevar a cabo el cambio que necesita la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer", apuntó Blanca Sorigué, directora general del CZFB, en la Barcelona Woman Acceleration Week (BWAW), evento en el que se destacaron cifras como que en España las mujeres representamos el 42% de la fuerza de trabajo, pero solo el 28,5% del total de los trabajadores de la industria, ante el 54,9% que suponen en el sector servicios y que la brecha de género pasa una factura a la economía de 200.000 millones de euros.
Ya hay mujeres en el sector pero debería haber más. Muchas más.
“Las compañías con más mujeres en sus cuadros directivos ganan en resiliencia y rentabilidad (…) y no se trata solo de aprovechar el talento femenino para ser más eficientes y crear más riqueza económica, también lo queremos hacer porque creemos que una sociedad con igualdad de oportunidades es una sociedad mejor”, opinó Pere Navarro, delegado especial del Estado en el Consorci en la BWAW. Pues eso. ¿Por qué no trabajamos juntos para lograr la igualdad de géneros? ¿Te conviertes en aliado? Te necesitamos.