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La eterna temporalidad de la VSF

  • Última actualización
    15 julio 2025 05:20

Dicen que aunque no podamos tocar la eternidad, a veces sí podemos sentir su presencia en un momento dado. Es precisamente lo que me pasa cada vez que sale a escena el tema de la Variante Sur Ferroviaria (VSF) de mercancías del Puerto de Bilbao. O lo que es lo mismo, el nuevo trazado ferroviario destinado a conectar el Puerto de Bilbao con Europa a través de la Red Transeuropea de la que forma parte el Corredor ferroviario atlántico; un enlace ferroviario del que carece el puerto vizcaíno y que, sin duda, mejorará su competitividad.

La VSF, que también podríamos traducir por Vía Sin Final o Vagones Sin Fecha, lleva camino de ser uno de esos proyectos que, siendo necesario, hace que la complejidad de su tramitación técnica, administrativa y ambiental, estire los plazos hasta hacer de la eternidad más que un concepto filosófico, una sensación real de que algunas cosas tienen, precisamente, la condición de eternas.

El modelo de administración pública garantista propio del Estado social de derecho del que nos hemos dotado, fija una legislación clara y detallada para regular los procesos de contratación, ejecución y recepción de obras públicas, favoreciendo que la información sea accesible para el público, fomentando la participación ciudadana y el control social. Una gran conquista social frente a la arbitrariedad que caracteriza a otros modelos de Estado.

Sin embargo, se constata también una delicada relación entre una administración pública garantista, la burocracia y la lentitud que sufren proyectos de infraestructura como el de la VSF, lo que lleva a la necesidad de encontrar un equilibrio entre la necesidad de proteger los derechos de los ciudadanos y la eficiencia en la prestación de servicios públicos como el que el nuevo trazado ferroviario pretende. Y es que, además de favorecer la propia competitividad del Puerto de Bilbao, con todo lo que ello supone, la VSF pretende también mejorar la calidad de vida de los vecinos de los municipios de Ezkerraldea y la Zona Minera, ya que con su puesta en servicio se liberará del tráfico de mercancías de la red actual a las localidades de Santurtzi, Portugalete, Sestao y Barakaldo, eliminándose las circulaciones de mercancías por el área de Ezkerraldea de más de 100.000 contenedores por ferrocarril y en torno a 800.000 toneladas en tren completo.

A la inauguración de la Variante Sur Ferroviaria de Bilbao, iré ya como jubilado

Ya en 1998, El País titulaba “Las obras del túnel de Serantes no comenzarán antes del 2000” y no fue hasta 2005 cuando arrancaron las obras de este túnel, infraestructura básica para el acceso ferroviario al Puerto de Bilbao, y por el que aún no circulan trenes.

El pasado miércoles, tras la reunión de la Comisión de Seguimiento de la VSF en Madrid, el secretario de Estado, José Antonio Santano, dijo que con el acuerdo de continuación y finalización de las actuaciones en curso la VSF “mantiene su hoja de ruta” para la Fase 1 y 2 de las obras, dando “un nuevo impulso” a la totalidad de los proyectos de la Fase 1 del tramo entre el Túnel de Serantes y Olabeaga, y la continuación de las obras del tramo Conexión Serantes”.

Al día siguiente, el Ayuntamiento de Barakaldo presentaba ante la Audiencia Nacional una demanda formal exigiendo la “caducidad, nulidad y disconformidad a derecho” del Estudio Informativo de la VSF. “Es una oportunidad para que escuchen por fin a Barakaldo, ya que aún se está a tiempo de modificar el proyecto e impedir que se construya un viaducto, porque el soterramiento es la mejor opción”, decía la alcaldesa, Amaia del Campo.

Sin entrar a debatir los argumentos de uno u otro, tengo claro que el día que se inaugure la Variante Sur Ferroviaria, asistiré ya en calidad de jubilado. Eso, si la salud me respeta. Porque yo sí que no soy eterno.