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La oportunidad del cereal

  • Última actualización
    13 noviembre 2023 05:20

Cada puerto es un mundo y cada comunidad portuaria es una particular familia en la que sus miembros compiten. Pero, y es un pero muy importante, esas diferencias, esas idiosincrasias de unos y otros, se desdibujan cuando las cosas se ponen serias, cuando los tráficos se resienten con caídas del 20% y las familias de esa gran familia que es la comunidad portuaria se ven afectadas por ERTEs o nóminas que no llegan a final de mes. Entonces, el objetivo es uno: que la carga llegue al puerto, que encuentre los servicios competitivos que requiere y que vuelva.

En este escenario, se me antoja vital que exista entre todos los eslabones de la cadena logística, diría más, de toda la cadena de valor, un sentimiento de pertenencia que genere orgullo, conciencia de grupo y responsabilidad. Solo así se atraerá a la nueva carga. Ese “todos a una” será la mejor carta de presentación y, en ese ejercicio de vertebración, la autoridad portuaria es vital. Como también lo es a la hora de anticiparse a las necesidades de sus clientes: las empresas. Las propuestas que nos presentó, la pasada semana, el presidente de PortCastelló en nuestro último Desayuno Informativo son muestra de esto mismo.

Los tráficos que se están registrando en los muelles del Grao son... ¿cómo decirlo? ¿tristes? ¿malos? ¿bajos? Se están contabilizando descensos del 20% frente al mejor año -2022- de la historia, que también hay que decirlo. En estos momentos, la tormenta perfecta que arrecia el enclave (Ucrania y la crisis con la importación de materias primas para el sector cerámico; Argelia y las tensiones de suministro con productos como los esmaltes; y ahora Israel, principal cliente del puerto en mercancía general) está inmovilizando a parte de los operadores. Por ello, urge no apoltronarse y el nuevo liderazgo de PortCastelló lo sabe.

Castellón estudia cómo atraer líneas y mercancías (contenedores, eólico marino, granel y #ojonovedad vehículos)

Bajo el mantra de la necesaria diversificación de tráficos que impulsaron presidentes anteriores, todos aprendemos de nuestros mayores, los directivos estudian cómo atraer líneas y mercancías (contenedores, eólico marino, granel y #ojonovedad vehículos). Y uno de los modos será la puesta en marcha de una terminal para cereal.

Aunque no tienen claro cómo lo harán, PortCastelló está valorando las opciones (pública, privada, pública-privada), el leitmotiv está claro: somos un puerto granelero que, en este momento, no tiene capacidad para almacenar el cereal que busca silo. Qué rabia debe ser tener que decir que no cuando tienes a la gente en ERTE... #Horrormáximo

Además, tanto Tarragona como Cartagena no dan abasto -y, por lo visto, no es algo puntual-, los barcos cargaditos con toneladas de mercancía buscan destino y pasan por la puerta del puerto. Solución: crear unos silos que permitan el almacenamiento de larga estancia. Bravo. Muy bien visto. Las oportunidades surgen y lo primordial es moverse para que las soluciones se puedan dar a tiempo. Esperemos que la terminal pueda activarse (estudios y burocracias mediante) lo más pronto posible.

Por cierto, está muy feo que tenga que ser la nueva directiva la que tenga que encargar el proyecto básico para desarrollar Octopus (hoy una lámina de agua, mañana 420.000 metros cuadrados para proyectos empresariales). A lo mejor sólo me pasó a mí, pero cuando se presentó el proyecto pensé que, en paralelo, se estaría trabajando en este estudio que permitirá conocer los precios de estar en Octopus. ¿Es de cajón no? Si vendes algo debes saber a qué precio lo vendes y cuáles serán los gastos de mantenimiento para aquellos que decidan instalarse, ¿no?