En Barcelona, Madrid, Valencia, Algeciras, Castellón, Bilbao, Tarragona… son cada vez más cercanas, vertebradas, conectadas, más familia en definitiva. Pareciera que se han humanizado un poco más. Y eso, amigo lector, es muy digno de celebración.
En los 33 años que llevo en esto de observar el sector, he sufrido alguna que otra crucifixión, injusticias y lapidaciones varias. Pero también hemos cosechado alegrías, lo confieso. Una de esas satisfacciones es, ciertamente, ver a esos colectivos logísticos cada año más unidos. Y es que, en Grupo Diario nos ha dado, desde siempre, por fomentar algo de lo que todos hablan y en lo que no todos colaboran: crear conciencia de colectivo logístico. Está bien, y así lo creemos y lo hemos escrito en otras ocasiones, que se pelee intensamente por llevarse a la cuenta de resultados este o aquel palé. Pero también está bien que los colectivos logísticos de cada enclave no olviden que mucho de su futuro pasa por la concordia y unidad del sector. Siempre hemos creído en eso y, además de decirlo, hemos puesto muy diversas iniciativas a favor de la unidad de los logísticos. Con nuestros Desayunos Informativos, las Fiestas de la Logística (Buti Buti, Paellas, Cocido…), implicación en actividades de RSC y nuestra particular línea editorial, hemos buscado siempre, entre otros objetivos, que el sector se lleve lo mejor posible desde un punto de vista más humano. Y no es ese un objetivo menor. Creemos firmemente que se pueden conseguir grandes cosas mediante la concordia y el diálogo. Metas que uno solo no puede lograr, se logran con el apoyo de tus colegas de gremio. Ataques de los que uno no se puede defender, se repelen mejor con la unidad de un colectivo que corre el riesgo de pasar desapercibido si se muestra disperso, por muy inmenso que sea. Además, de buen rollo se trabaja mucho mejor y encima se consiguen premios extras, como compartir entre empresas competidoras escapadas de ocio, aficiones, almuerzos, loterías… Estos días, ayer, hoy, el martes próximo… son días en los que nuestras tres familias confluyen en eventos que exaltan como nunca la importancia de esa unidad. Ayer, por ejemplo, distintas autoridades portuarias convocaron a su sector para … brindar juntos. Asociaciones, empresarios, logísticos todos, charlaron aquí y allá del futuro común. Del que han de construir juntos, del que será posible si sigue creciendo esa unidad. Hoy es el día de la otra familia, la de la empresa de cada cual. Esa familia es la que nos ocupa unas ocho horas al día y a veces nos preocupa las 24. Por último, el martes tocará la tercera familia, sin ser este un orden de importancia. Esa que viene con cuñado del partido político contrario. Entre los amigos y estas tres familias, aparte de nuestro equipo de fútbol, concentran todas o casi todas las alegrías y penas que nos llevamos cada día.
Yo no sabría decirles cuál de las tres familias me hace más feliz o me da más guerra, teniendo en cuenta cantidad y calidad de tiempo que invierto en cada una de ellas. Lo que sí sé es que me alegra el alma brindar estos días con mis tres familias. Feliz Navidad, amigos míos