Como quiera que el Gobierno quiere vacunar al 70% de la población española antes del verano, es decir, antes del 30 de junio, se trata entonces de vacunar en este periodo a 33,13 millones del total de 47,32 millones.
Si no hubiéramos comenzado a vacunar en enero, sino directamente este lunes 1 de febrero, tendríamos apenas 150 días para vacunar a esos 33 millones, es decir, tendríamos que vacunar a 220.868 españoles por día. Si las jornadas de vacunación fueran de 12 horas habría que vacunar a 18.405 españoles a la hora. Si un hospital como el referido es capaz de vacunar a 123 ciudadanos a la hora, para alcanzar los 18.405 necesitaríamos 150 centros hospitalarios como el citado.
Pongamos que todas las vacunas que se pongan requieran de dos dosis, esto implicaría el doble de recursos, es decir, un total de 300 centros de vacunación.
Sólo Madrid dispone, sin contar con hospitales, de 262 centros de salud, obviamente con una capacidad menor que el referido hospital, pero si estamos hablando de necesitar 300 centros de vacunación en toda España, queda perfectamente de manifiesto que el sistema de salud sí puede vacunar al 70% de la población española antes del verano y que sí hay infraestructura para ello.
Eso sí, hay dos cuestiones fundamentales: la primera, diseñar una buena logística para sincronizar a quienes inyectan la vacuna y a quienes tienen que ser inyectados y así generar un flujo imparable; y la segunda y vital, para vacunar a 33,13 millones de personas antes del verano lo primero que tiene que haber es vacunas.
En ambas cosas la sartén la tienen por el mango nuestros políticos y en ambas cosas tiene un papel decisivo la logística. En lo primero hablamos de logística hospitalaria y organizativa; en lo segundo, habiendo vacunas, entra en juego su transporte y distribución.
El transporte aéreo se va a convertir en el mejor aliado para garantizar la plena seguridad de las mercancías en tránsito y su entrega en el menor tiempo posible.
A este respecto, tengo el gusto de formar parte del Grupo de Trabajo que ha creado Foro MADCargo para garantizar que el transporte aéreo de mercancías no sólo no va a ser un freno en España para la rápida administración de la vacuna, sino que va a ser un multiplicador de competitividad al servicio de un reto sin precedentes para la salud mundial.
En cuanto se logre normalizar el suministro y en cuanto los laboratorios afinen sus fábricas y tengamos a plenos rendimiento todas las patentes, el flujo se va a multiplicar exponencialmente y el transporte aéreo se va a convertir en el mejor aliado para garantizar la plena seguridad de las mercancías en tránsito y su entrega en el menor tiempo posible.
Por eso no puede haber cuellos de botella ni operativos, ni aduaneros, ni burocráticos y, por supuesto, por el hecho de primarse esta logística no se puede desbaratar la operativa del resto de bienes.
En este contexto, además, España no sólo debe afinar su logística para una óptima importación. Las vacunas se van a fabricar también en España, con un nicho por “condena” donde el modo aéreo debe estar al nivel para no poner en riesgo la propia decisión de confiar la fabricación a plantas en nuestro país.
En este sentido, es fundamental que el esfuerzo que está haciendo MADCargo de autoevaluar la cadena logística aérea sea correspondido por la predisposición de la Administración a afinar todo aquello que se demande.
En este magno reto de la vacunación de la población en tiempo récord influyen muchos factores. La logística está haciendo los deberes. Ojalá la Administración esté de una vez por todas a la altura.