En estos momentos se está produciendo un relevo y cambio en el Ministerio de Transportes y Movilidad.
En primer lugar, la segregación de vivienda nos parece un acierto de calado pues los retos del sector de transporte y movilidad son muy importantes. En segundo lugar, el interés y capacidad de trabajo de nuestro nuevo ministro Óscar Puente y su equipo, que en estos momentos, se está estructurando es más que prometedor. En tercer lugar, el hecho de que la cúpula del Ministerio esté encabezada por exalcaldes es otro elemento que juzgamos muy positivo, pues la cercanía a los problemas será mucho mayor por el contacto directo al que están acostumbrados por su labor política y social.
El sector ferroviario de mercancías necesita salir de su irrelevancia, y el trabajo iniciado con el programa Mercancías 30 -primer programa que se está ejecutando después de innumerables planes- debe ser continuado y profundizado para alcanzar la deseada cuota del 10% en 2030.
Por otro lado, estamos observando un positivo cambio de percepción por parte del sector de la carretera sobre el modo ferroviario, especialmente en su versión intermodal, y creo que el camino lo debemos recorrer juntos para hacer un transporte más sostenible.
Seguiremos insistiendo en que las infraestructuras son necesarias, pero no suficientes pues hay que dar el servicio que los clientes esperan y con continuidad, aunque en estos momentos suframos con las obras y restricciones de capacidad por la urgencia en acometerlas en relación con los plazos de los fondos europeos, pero estamos seguros de que la Administración encontrará alternativas para evitar efectos indeseados.
Las infraestructuras son necesarias, pero no suficientes
Asimismo, los futuros corredores Atlántico y Mediterráneo nos abrirán la puerta de Europa para el ferrocarril de mercancías que es sin duda el espacio donde mejor se acomoda el ferrocarril pues puede repartir mejor los importantes costes de explotación y regulatorios que tiene.
Para ello es muy importante la colaboración de nuestros países fronterizos evitando cuellos de botella o tasas de infraestructuras que no acompañen el desarrollo del tráfico ferroviario. También nos consta que desde nuestro Ministerio se está trabajando en ese sentido.
Para la AEFP es necesario profundizar en una guía de trabajo público-privada para asociar a todos los protagonistas interesados en el crecimiento del ferrocarril de mercancías. Nuestra infraestructura ferroviaria lineal está sufriendo muchas transformaciones desde hace 10 años y no solo por la alta velocidad si no también en la RFIG pues se está electrificando, desdoblando, adaptando a anchos europeos, implantando gálibos para autopistas ferroviarias con apartaderos de más de 700 m... También en la infraestructura nodal se están operando cambios significativos con actuaciones en las principales plataformas intermodales.
Todo ello debe conducir a un incremento significativo del transporte por ferrocarril siempre que entendamos que lo más destacado es el servicio que podamos dar a nuestras industrias de forma eficiente y competitiva pues la sostenibilidad no solo debe considerarse desde el punto de vista medioambiental, donde el ferrocarril es sin duda el modo por excelencia, sino también económico y ahí todavía queda margen de mejora para hacer que nuestros precios sean competitivos.
Las empresas ferroviarias están haciendo lo necesario para ser más productivas con más de 1.250 millones de euros para modernizar su flota. La Administración ha tenido un papel muy significativo en este esfuerzo al apoyar con fondos europeos estas inversiones que están teniendo un efecto tractor indudable. Sigamos por esta vía que es la correcta y que nos llevará a buen puerto. Así lo esperamos desde la AEFP.