En estos días vuelven a confluir datos y casos que nos recuerdan que... estamos solos. Los políticos están de asuntos propios, a sus cosas.
La crisis que el gobierno está viviendo estos días a cuenta de las corruptelas que se van destapando, es el motivo o excusa actual para la enésima dejación de funciones. Con la que está cayendo ... ¿cómo van a venir a inaugurar el Salón Internacional de la Logística?
Ya vemos como natural y normal que nuestros políticos atiendan sus obligaciones... cuando no tengan nada personal que atender. Así, cuando no es una crisis, es que estamos de pre-periodo electoral, de periodo electoral, de elección, de fase de aclimatación... Y así nos va. Ni se muere padre ni almorzamos.
La intensa y acertada labor de Pere Navarro y Blanca Sorigué, máximos responsables del SIL, para mantener en su nivel a esa vital cita logística, merece que algún ministro que no esté de baja por paternidad, alguna princesa que no esté navegando o algún rey que no esté volando, hubiera subrayado la ceremonia inaugural como requiere ese acto de culminación de un esfuerzo máximo.
Vaya por delante mi cariño y respeto total a las autoridades que llevaron a cabo la inauguración, faltaría más. Pero es que llueve sobre mojado, y nunca mejor dicho.
Ya vemos como natural y normal que nuestros políticos atiendan sus obligaciones... cuando no tengan nada personal que atender
Me explico: El equipo de Aportem – Puerto Solidario Valencia está trabajando con una especial intensidad para atender la responsabilidad añadida de gestionar los donativos que les han llegado para ayudar a los afectados por la DANA. En las últimas semanas hemos estado visitando colegios e instituciones afectados por la tragedia, para ver cómo van y para ver qué más necesitan. El martes, antes de coger el Euromerd y su nueva forma de tortura: convertir los vagones en el Polo Norte, vivimos otra de esas jornadas de contacto directo con los que más han sufrido la tragedia. En esas muy numerosas visitas hemos constatado tres datos comunes a todos los centros: Ocho meses después, lo que se ha ido arreglando ha sido por la iniciativa privada. La acción de las autoridades solo genera en los responsables de los centros exabruptos y blasfemias. El tercer denominador casi común, porque hubo dos colegios que se libraron, es que les han entrado a robar en casi todos los centros. Esos tres datos señalan, una vez más, la inoperancia casi total de las administraciones.
Si entran a robar es porque las autoridades no han sido capaces de proteger al ciudadano y sus bienes. Si ocho meses después, los colegios siguen blasfemando ante la sensación de abandono por parte de las instituciones o si hemos tenido que ser los particulares los que nos hemos tenido que arremangar para atender urgentísimas necesidades, es que algo no se está haciendo o se está haciendo mal.
Para asuntos mayores, como lidiar con una tragedia como la DANA, nuestras autoridades han dejado claro que no están preparadas. No han sabido. En asuntos no tan graves, o no están a la altura o, sencillamente, no están.
Si se pone a prueba algo más allá de su facilidad para hablar bien y para enfatizar en los mítines... suspenden todos. Malo es que no hagan nada. Pero, qué quieren que les diga, cuando les da por hacer... casi peor. Poner barracones sobre tierra no se le ocurre ni al que asó la manteca. Si hace calor, los críos se fríen. Si llueve, peor: tendrán que atravesar, otra ver, un mar de barro para llegar a su aula. Como esta les podría contar muchas, pero el espacio, como la paciencia, se me acaba.