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¡Madrid, huye de los fantasmas!

  • Última actualización
    05 marzo 2025 05:20

Abordé a Reyes Muñoz el viernes durante el acto de presentación de la Agencia Logística de la Comunidad de Madrid. Llevábamos más de 20 años sin contacto alguno.“¡Por fin, vio la luz tu ampliación!”, fue lo primero que le dije al que fuera primer gerente del Centro de Transportes de Coslada y tras recordar las batallas burocráticas interminables que nos dejaron la herencia de un desbloqueo muy tardío y que todavía haya parcelas sin ocupar.

Y todo eso tras quedar sumida la sociedad gestora en una permanente crisis de identidad, sin saber muy bien cuál es el papel de lo público cuando la infraestructura está definida y el suelo está vendido pero mientras no se podía tomar un rumbo propio porque la ampliación no terminaba de concretarse, sucediéndose diversas intentonas de privatización que ahora han vuelto a disiparse porque la sociedad Centro de Transportes de Coslada SA ya no es tal. Ahora ha quedado transformada en la Agencia Logística de la Comunidad de Madrid, en un movimiento, a priori, bastante natural.

El CTC ha sido durante décadas el símbolo de lo (más bien poco) que ha logrado implementar el Gobierno de la Comunidad de Madrid en materia logística a lo largo de los últimos 30 años. Allí siempre estuvieron los que algo sabían de logística en la Comunidad y allí, en el seno del CTC, se gestó, se alumbró y se desarrolló ese ser ya mitológico que fue MPL, antecesora de la actual Agencia y que, como hemos repetido en infinidad de ocasiones, fue todo lo que queríamos que fuera y, a la vez, todo lo que no queríamos que fuera, de ahí su muerte por licuefacción y su desaparición por evaporación.

Madrid necesita estrategia y promoción

Ahora, el CTC vuelve a ser la cuna, esta vez de la Agencia Logística, es más, dada la transformación, se convierte en su pura esencia, en una operación en la que se atisba el pragmatismo, pero que queda algo desenfocada. Con o sin Agencia, tenía todo su sentido la privatización del CTC, pues lo público estaba ya en el límite de su aportación. Ahora bien, ante el bloqueo por parte del Ayuntamiento de Coslada (por una cuestión de imagen y cierto espíritu localista), se ha optado por la transformación y que el CTC quede como la primera tarea encomendada a la nueva Agencia, que conserva la misma composición accionarial, es decir, Comunidad de Madrid, Cámara y Ayuntamiento de Coslada, una foto bastante rara, por cierto. Máxime porque esta Agencia deriva de la propuesta original de Foro MADCargo y del debate posterior en el seno del Gobierno de la Comunidad, donde lo que se reclamaba era un órgano público privado donde todas las administraciones (ojo) y todos los colectivos sectoriales y empresariales pudieran confluir para trabajar de forma coordinada en todo el espectro de mejoras, propuestas y estrategias al servicio de la logística en Madrid.

Este ente seguía estando previsto aún cuando Madrid entendió que lo primero que tenía que hacer era definir con la Agencia su propia estrategia logística antes de coordinarla con otros organismos. Ahora bien, finalmente no va a existir el segundo ente y de momento avanzamos simplemente con una Agencia que nace con un corazón inmobiliario y proyectos en el horizonte similares como Arganda, precisamente la tumba de MPL con todo aquel fragor de favores e intereses cruzados en una época poco edificante.

Por eso es imprescindible superar de partida y de manera clara este enfoque. Madrid no necesita meros gestores de suelo ni impulsores del mismo desde esta concepción. Madrid necesita estrategia, promoción y también coordinación para resolver cuellos de botella. Ese debe ser el objetivo desde el primer minuto de la Agencia. Así sí que aportará competitividad, sobre todo interactuando con el resto de Administraciones y con el sector privado.