David Lucas Parrón, ex alcalde de Móstoles y remarcadísimo perfil político para situar la Secretaría de Estado al otro lado del péndulo, tras la tormentosa salida de la técnica Pardo de Vera, lleva unos días en los que, por fin, parece que ya se ha puesto al día de las cuestiones de la logística y se atreve a pasear discurso en las clausuras de las asambleas asociativas sectoriales, eso sí, con mucha verborrea política, mucho eufemismo vacuo y ninguna concreción. Claro que, nada se le puede pedir ya que no puede hacer balance de la legislatura pues no estuvo en el cargo; apenas puede explicar lo que está haciendo porque la legislatura está muerta; y no puede explicar lo que va a hacer dada la sensación de que para el actual Gobierno no habrá nueva legislatura.
Forma parte en todo caso Parrón de ese sálvese quien pueda que ha aplicado Pedro Sánchez a sus altos cargos, de tal forma que integra la lista del PSOE al Congreso por Madrid. Eso sí, va David Lucas en el puesto 15, un horizonte a priori inalcanzable si tenemos en cuenta que en 2019 el PSOE sacó 10 diputados en la capital, cifra difícilmente superable en 2023. Está claro: los perfiles políticos tampoco lo tienen fácil.