Hace pocas fechas participé en Santander en el 39º Encuentro de la Asociación para la Colaboración entre Puertos y Ciudades (RETE), organizado por la propia Asociación y la AP de Santander, en colaboración con la AP de Huelva, y que con el título “Cultura e identidad marítima de la ciudad portuaria” reflexionó sobre el papel de los puertos como nodos conectores de las redes de transporte y el comercio mundial, que, a su vez, favorecen la generación de un particular estilo de vida y patrimonio.
Como quiera que el Encuentro congregó a relevantes perfiles que habían andado y/o desandado el camino entre el Ayuntamiento y la correspondiente Autoridad Portuaria, y como quiera también que las relaciones puerto-ciudad se convierten a menudo en arma política para hacer oposición o contrarrestarla, introduje en el debate una reflexión sobre la responsabilidad de los medios de comunicación generalistas en alentar o rebajar las tensiones propias de estas complejas relaciones puerto-ciudad.
Cada vez resulta más difícil encontrar una línea informativa verdaderamente independiente entre los grandes grupos de comunicación privados, tanto nacionales como regionales o locales, así como en las emisoras de radio y televisión públicas. Y también que la política determina a menudo la línea editorial y el posicionamiento de un medio informativo ante un determinado asunto en apariencia incontrovertido, sin entrar a valorar el papel de las redes sociales, objeto de otro análisis.
Los periodistas especializados estamos en constante aprendizaje del negocio marítimo-portuario
Pero otras veces, es el insuficiente conocimiento o, sencillamente, desconocimiento, que algunos profesionales de medios generalistas tienen sobre los puertos, lo que hace que las relaciones puerto-ciudad o entre puertos vecinos, estén envueltas en polémicas absurdas innecesarias. Recuerdo un titular en un periódico regional en el que se acusaba al puerto X de “arrebatar” al puerto Y una línea marítima, haciendo ver que una decisión estrictamente empresarial como es la elección de un puerto por parte de una naviera, suponía una afrenta para el otro puerto, avivando las rencillas entre vecinos de una misma fachada marítima, como se podía apreciar en los comentarios de los lectores a la noticia. La polémica multiplica los clicks y el tráfico web. Esto es así.
Los periodistas especializados (al menos quien suscribe) estamos en continuo aprendizaje de la actividad marítimo-portuaria. Pero toda información es poca. Por eso, creo especialmente oportuna la reciente publicación por parte del Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV-EHU) del “Manual del negocio marítimo para periodistas”, cuyo autor es el bilbaíno Javier Sánchez-Beaskoetxea, licenciado en Náutica y en Periodismo y doctor en Periodismo por la UPV-EHU, donde trabaja como profesor en la Escuela de Ingeniería en la ETS de Náutica en Portugalete.
Escrito junto a otros diez colaboradores más, el manual resume “en lenguaje sencillo los aspectos que rodean al sector marítimo para que cualquier persona que trabaje en un medio de comunicación, y que deba redactar una noticia o un reportaje sobre un tema relacionado con los barcos, disponga de una herramienta que le sirva para consultar sus dudas y para tener un conocimiento más profundo y pueda hacerlo con mayor precisión”, dice el Servicio Editorial de la UPV-EHU.
Responsables de medios de comunicación de ciudades marítimas-portuarias, vayan haciendo sus pedidos. Ayuntamientos y/o organismos oficiales relacionados, hagan lo propio con sus gabinetes de comunicación. Tal vez así podamos hablar todos el mismo lenguaje. Si es que a todos interesa...