El mercado del ferrocarril no solo se agita, sino que se recompone, en busca, tal vez este sea el mejor enfoque, de definir la correcta parrilla de salida para cuando por fin la coyuntura y sobre todo las infraestructuras (sin olvidar las subvenciones) permitan emprender de una vez la senda del crecimiento y, ojalá, la de la recuperación de la cuota de mercado.
En este contexto, los últimos datos de la CNMC muestran, por ejemplo, el camino dispar de los supuestos socios de futuro Medway y Renfe. El primero creció entre enero y marzo casi un 100% en sus tráficos. El segundo, otrora operador único, tiene su cuota de mercado en caída libre y sus tráficos, también. Hasta mayo el retroceso supera el 20% y solo en ese mes, por ejemplo, el tráfico intermodal nacional ha retrocedido más de un 40%.
En esta acelerada descomposición influyen entre otros muchos factores que un cliente de referencia como hasta ahora lo era Maersk para Renfe, esté situando la tracción de todos sus tráficos en España -corredor por corredor- en otros operadores, pues no tiene intención de que una vez se concrete la unión de Renfe y Medlog, termine ferroviariamente hablando en manos de su principal rival, MSC. Es lógico.