Menú
Suscripción

Nombres en el recuerdo

El pasado miércoles se cumplieron 10 años de un hecho trascendental en la historia de Euskadi y de España. Un 2o de octubre de 2011, ETA anunciaba mediante un comunicado el “cese definitivo de su actividad armada”. Soy consciente de que la misión de este periódico es informar de la actualidad del negocio del transporte y la logística, tratar los asuntos que más  interesan a empresas y profesionales, y en la medida de lo posible, fomentar  el dialogo y el intercambio de conocimiento. 

  • Última actualización
    20 octubre 2021 20:28

Pero aunque la referencia al décimo aniversario del final de ETA pudiera parecer aquí fuera de contexto, existen motivos suficientes para traerla a este rincón.  ¿Qué es un “Zig Zag” sino una línea  que en su desarrollo forma ángulos alternativos, entrantes y salientes? Por eso, este Zig Zag está escrito  desde un ángulo alternativo que confío sepan entender.

La noticia del final de ETA alumbraba un futuro nuevo y de libertad, en contraste con el amargo recuerdo de tantos días grises, de plomo y fuego. Entonces, como hoy, mi condición de periodista me llevó a dedicar un recuerdo especial en este mismo Zig Zag  a aquellas víctimas de ETA cuya profesión estaba ligada, de una u otra forma, al transporte y la logística.

Son algunos de los nombres que figuran en la larga relación de víctimas de ETA que pagaron el “delito” de ser guardia civil en un puerto, agente de aduanas, transportista, trabajador portuario, empleado de una consignataria, de una transitaria. O juez, periodista, empresario, concejal, policía, militar...o un civil que  pasaba por allí

El siguiente listado de nombres, entonces y ahora, no pretende ser exhaustivo, pero da idea del macabro sinsentido  de sus muertes.  Y recuerdo de nuevo al guardia civil José Manuel Alba y el civil Luis Alberto Sánchez, asesinados por un coche-bomba en la rampa del Muelle de Uribitarte del Puerto de Bilbao en 1990. Jesús María Echeveste, agente de aduanas tiroteado en Irún. Antonio Fernández, conductor portuario, asesinado en Santurtzi cuando se dirigía a los muelles para trabajar. Miguel Zunzunegui, camionero, en Ataun. Vicente Beti, jefe de tránsito de una consignataria de Barcelona asesinado por una granada dirigida al Gobierno Militar. Antonio González, guardia civil tiroteado en una garita de vigilancia en el Puerto de Barcelona. Francisco Robles, guardia civil, en el Puerto de Pasaia. Isidoro Díez, guardia civil tiroteado también mientras patrullaba por el puerto guipuzcoano. Santiago González, guardia civil, en Santurtzi, cuando se dirigía al puerto. José Humberto Foz y Fernando Quiroga, empleados en una empresa de transportes y en una agencia de aduanas de Irún, respectivamente. José Luis Ruiz, jefe de Tráfico Terrestre de ABX Barcelona. Tampoco debemos olvidar a José María Aldaya, gerente de la empresa de transporte Alditrans, secuestrado en 1995 en Irún y liberado tras 342 días de cautiverio.  

Son tan solo algunos de los nombres que figuran en la larga relación de víctimas (más de 800), de personas que pagaron con su vida el “delito” de ser guardia civil en un puerto, agente de aduanas, transportista, trabajador portuario, empleado de una consignataria, de una transitaria... Juez, periodista, empresario, concejal, militar o un civil que casualmente “pasaba por allí”. Con el recuerdo a éstas y a todas las víctimas,  también a las que en  nuestro sector, sufrieron el chantaje y la extorsión. Con nombres y apellidos.