Sería el año 1992 aproximadamente. Yo observaba que en el Puerto de Valencia solo se embarcaban/desembarcaban coches de Ford. Noté que en otros puertos españoles manejaban coches de diferentes marcas. Mi empresa tenía un área al principio del camino de las Moreras, bajando del puente de Nazaret a la derecha. La utilizábamos para muy distintos usos, todos relacionados con la operativa del puerto, pero yo veía que nos sobraba espacio libre. Pensé que quizás se podía utilizar para coches diferentes de Ford, ya que ellos ya tenían como concesión todo el Transversal de Levante.
Como yo no tenía ni idea del sector del automóvil, empecé a preguntar entre gente conocida quién era más importante en el negocio de las campas para coches. Observé que varios coincidieron y me informaron que la persona que yo buscaba se llamaba don Antonio Toquero, de Madrid.
Esperé a que fueran más de las tres de la tarde y llamé a don Antonio Toquero en Madrid. Le informé sobre mi empresa, le expliqué mi idea y que teníamos un área en el camino de Las Moreras etc. Lo primero que me dijo fue: “¿Con quién ha hablado usted de su idea?” Le contesté: “Solamente con usted. Usted es el primero”. Me contestó: “Déjese todo y véngase ahora mismo a San Fernando de Henares y hablamos. Tráigase un plano con dimensiones de su área. Le puedo reservar un Hotel en Madrid por si acabamos tarde de nuestra reunión”.
Pensé que era mejor que me acompañara un empleado mío y tratar de volver a Valencia en la misma noche. Pensé que el mejor compañero podría ser Francisco Montesinos, de contabilidad. Se quedó asombrado cuando le dije: “Nos vamos a Madrid ahora mismo...”
La idea le gustó y nos ofreció una gran área recien habilitada como concesión
Llegamos a Toquero en San Fernando de Henares, luego de hacer 362 kilómetros desde el Puerto de Valencia y quedé impresionado por lo grande que era su campa llena de coches. Don Antonio Toquero me causó muy buena impresión. Tenía una gran flota de camiones para transportar los coches de sus clientes. Anteponía todo para dar un buen servicio. Don Antonio tenía las ideas muy fijas en su mente.
Cuando vio los planos de nuestra área de Moreras, nos dijo: “Esto es muy pequeño. No sirve para un área de coches”. Comprendí que tenía razón, pero seguimos estudiando la idea básica de por qué Valencia solo tenía coches de Ford. Yo pensé que quizás el propio Puerto Autónomo podría darnos la solución a un área grande. Regresamos a Valencia muy tarde. Al día siguiente me fui a hablar con el director del puerto, que creo recordar que era don Rafael del Moral. Nuestra idea le gustó. La estudió y nos ofreció una gran área, recien habilitada, como concesión en el interior del muelle de costa, pero sujeta a un plazo de tiempo.
Don Antonio Toquero vino a Valencia y estuvimos en el puerto. Le pareció una buena área pero que necesitaba una inversión para adecuarla a nuestra idea. Creamos Europark Express Valencia, de la que Toquero tenía el 96% y Roca Monzó un testimonial 4%. Construimos un edificio que servía como oficinas, repaso del motor y lavado antes de entregar los coches a los clientes. Unos treinta años después, este edificio aún subsiste utilizado ahora por el actual concesionario Cosco Shipping Ports CSP.
Cuando tuvimos que dejar esta concesión, la única posibilidad que nos ofrecía la Autoridad Portuaria era un área mucho más pequeña en la parte interior del muelle transversal dique del este. Luego de un largo estudio, Toquero lo rehusó y terminamos Europark Express Valencia. Afortunadamente, don Antonio Toquero ya había adquirido unos terrenos en Cheste y siguió operando como Europark Express Cheste, como área multimarca cercana al Puerto de Valencia.
