El Rey insiste en ser reincidente por estos lares de la logística.
No tuvo suficiente durante el estado de alarma con molestarse en atender a autoridades portuarias o a asociaciones del sector, ni con incluir en su periplo con los ámbitos profesionales decisivos para el funcionamiento del país su visita al Centro de Transportes de Coslada y a las instalaciones del operador Sending.
Esta misma semana, sin ir más lejos, el jefe del Estado se ha ido hasta Illescas para conocer la actividad de Seur, normalizando en grandes centros operativos logísticos una presencia ya cíclica en actos de relevancia para el mundo logístico (SIL-BNEW) así como constante en audiencias con las principales patronales sectoriales.
Estoy seguro de que la sensibilidad del presidente del Gobierno hacia el sector logístico es la misma o incluso mayor que la de Su Majestad. Lástima que, en su caso, la presencia sea anecdótica y de rebote, por no decir nula.