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Noventaysánchez

A estas alturas de la película deberíamos andar plegando velas y haciendo balance de esta legislatura bis, tras ocho meses que han tenido mucho de histéricos y muy poco de frenéticos, pues no hay tormenta más escandalosa que la que al final no arrecia.

  • Última actualización
    26 febrero 2019 16:58

Ahora bien, estamos como esos fans que no se creen el “hasta siempre Madrid” de rigor que ha soltado la estrella de sopetón tras 90 minutos de mísero concierto. Todo ha acabado, pero estamos en ese momento en el que nadie se mueve del asiento. Ni se pestañea. A lo sumo se corea el nombre del compareciente, no sea  que vaya en serio. Pero en el fondo hay fe, mucha fe, esto no puede quedar así, aún falta un popurrí, el temazo estrella, que nada, que va a salir, vaya que si va a salir, ya lo verán, tengan fe, un par de minutillos para darle emoción al asunto y por la gloria de mi madre que la estrella sale y, por fin,  en dos quejíos tira abajo el escenario para jamás olvidarlo.

Claro que, en el caso que nos ocupa de nuestra santa política, yo juraría que lo que nos hace seguir paralizados a esta hora de la mañana, lo que nos hace seguir expectantes pese al hasta luego Lucas formal de Pedro Sánchez no es la fe, sino la desconfianza, el estar convencidos de que ante un político de su carácter, como al toro, no se le puede perder la cara, pues en cualquier momento te la arma, para bien o para mal, pero te la arma.

Por eso las horas pasan y aquí nadie se relaja, ni los que tenían el pescado vendido, ni los que les cerraron el chinchón con todo lo más alto de la baraja desparejado.

Si quieren vamos por partes, que hay tomate para todos, de tal forma que si no están al tanto de algo pues, ya saben, a consolarse, aunque sea de tontos.

Por ejemplo, empecemos con lo más facilito. En cualquier otra circunstancia, después de tanto mascarlo y masticarlo, ¿ustedes creen que los consignatarios podrían tener ahora mismo alguna duda de que su real decreto se va a aprobar por fin este viernes? Pues no, pero...  que si iba para el15 y no entró, que encima ese día Sánchez adelantó las elecciones, pero iba el 22, que tampoco fue y ahora ya sólo queda el 1 de marzo, pero... ¿y si no?, ¿Y si no sale? Ojo que viene el texto con un arreglito majo del Consejo de Estado y... ¡ay como no salga este viernes! Aunque, a lo mejor hay más viernes...

Y es que esta es una de las grandes madres del cordero.

¿Y si aún nos quedan un buen puñado de viernes? ¿Y si empezamos y no paramos con los reales decretos y la diputación permanente? Otro ejemplo: ¿ustedes creen que ante cualquier otro final de legislatura un sector como el aduanero podría estar inquieto por un borrador de anteproyecto de ley, recalco, lo de borrador y anteproyecto?

En otro momento esto estaría literalmente muerto, pero, con Pedro Sánchez ahora mismo hay que seguir negociando y celebrando cada promesa de mejora en el famoso borrador y saboreando cada gotita de sudor, no sea que de aquí al 26 de abril esto del fraude fiscal se cuele de súbito en el Consejo y nos pille con la guardia bajada.

Y en cuanto a la estiba y su desarrollo reglamentario, qué quieren que les diga. En otro tiempo estaríamos de nuevo compuestos, sin novia y resignados. En cambio, aquí estamos, a la mesa sentados, apurando la copa, convencidos del milagro, militantes en el minuto noventayramos, o noventaysánchez, que con este presidente todo es posible, hasta el rabo todo es toro... y aunque ya no quede ni toro. Los fans seguimos esperando. ¡Otra, otra, otra...!