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¡Oh capitán, mi capitán!

  • Última actualización
    12 diciembre 2023 05:20

En otros tiempos, la RAE otorgaba al signo ¡ ! el nombre de “signo de admiración”, aunque hubo quienes consideraban incorrecto este nombre al identificar la admiración como tan sólo uno de los sentimientos que pueden expresarse con este signo, Por ello, defendían que el nombre que le corresponde es el de exclamación, ya que cualquiera que sea el sentimiento o aspecto que exprese, lo importante es el tono exclamativo con el que se pronuncie la palabra o frase.

Con signos de admiración es como Walt Whitman, padre de la poesía estadounidense moderna, tituló su poema “Oh Captain! My captain!”, escrito en homenaje a Abraham Lincoln, presidente de EE. UU., después de su asesinato en 1865. Que Lincoln fuera abogado y político, y no capitán de barco, es lo de menos. Whitman estableció la analogía correcta. Y eso es lo que importa.

Es con signos de admiración con los que arranca este Zig Zag, antepenúltimo de este 2023 en el que se cumple el 50 aniversario de la fundación de la Asociación Vizcaína de Capitanes de la Marina Mercante (AVCMM). Tanto antes de adentrarme en el mundo de la logística y el transporte marítimo, como ahora, que acumulo ya varios quinquenios como informante sectorial, he percibido cómo algunos colectivos no reciben todo el reconocimiento mediático, social y profesional que merecen.

Nunca serán suficientes los homenajes que se les tributen a la gente de mar

La gente de mar es uno de ellos. Los marinos mercantes, salvo contadas excepciones, como naufragios o rescates, apenas reciben atención pública a pesar de su irreemplazable contribución al desarrollo económico y al bienestar de la sociedad; a pesar de su dedicación, de la complejidad de sus tareas, y de las peligrosas condiciones en las que realizan su trabajo.

Nunca serán suficientes los homenajes que se les tributen a la gente de mar. Por ello, antes de que este 2023 baje el telón, creo justo dedicar unas líneas a los capitanes de barco, representados, en este caso, en la AVCMM, fundada un 4 de octubre de 1973, y que ha reivindicado a lo largo de su 50 aniversario el papel estratégico de la marina mercante para la economía local e internacional, así como la necesidad de contar con un tejido asociativo fuerte y con capacidad para apoyar en el día a día a los marinos y organizar actos y eventos que mantengan la visibilidad y la memoria de la relación de Euskadi y Bizkaia con la mar.

Cantera en un tiempo inagotable de marinos, la producción de nuevos profesionales de la mar en nuestro país se ve seriamente amenazada, pesar de la tímida incorporación de la mujer a un mundo fuertemente masculinizado. Pero en una época en la que la mar se identifica más con una ensoñación literaria que con una verdadera salida profesional, reconforta ver cómo algunos jóvenes mantienen su vocación marítima contra el viento y la marea de la actual sociedad de la información y el conocimiento.

Y dedico con signos de admiración este Zig Zag a los jóvenes Ariel Sebastián Virviescas Vega, Grado en Náutica y Transporte Marítimo por la Escuela de Ingeniería de Bilbao, y a Adrián Martínez Pérez. Máster en Náutica y Transporte Marítimo por la misma Escuela, como autores de los mejores trabajos fin de grado (TFG) y fin de máster (TFM), en el ámbito náutico, por los trabajos “Estudio de errores verbales de comunicación a bordo de buques mercantes” y “Estudio de las rutas entre Europa y África Occidental para un petrolero Suezmax”, respectivamente.

“Nuestro espantoso viaje ha terminado, / la nave ha salvado todos los escollos, / hemos ganado el anhelado premio, / próximo está el puerto...”

Walt Whitman