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Oye, ¿y lo del Brexit? Mira, te comento

IKEA se carga su catálogo. Después de 70 años de publicar anualmente su catálogo, otrora revista de diseño y decoración de referencia para millones de consumidores, la multinacional sueca ha decidido que es hora de pasar página y apostar por lo digital. La decisión “emocional pero racional”, ha explicado la compañía, se debe a que hay menos lectores y las ventas online, COVID mediante, se han disparado hasta crecer un 45% en los últimos meses. Durante el confinamiento tuvieron incrementos del 300% en las ventas algunos productos. #alucinadamehallo #peroqué??!!!

  • Última actualización
    11 diciembre 2020 14:15

La compañía llegó a distribuir 200 millones de ejemplares de su catálogo en 2016 (tampoco hace tanto, ¿verdad?) y el último solo ha alcanzado los 40 millones de copias. IKEA, que se resistió a convertirse en tienda online -al menos en España- hasta que sus excusas se hicieron inexplicables para los e-compradores, ha tenido que admitir que la transformación de su modelo de negocio era inevitable. Para que luego algunas gentes digan que la urgente transformación digital no es tal... ¡Pero si hasta IKEA ha tenido que claudicar! 

Quienes no quieran ver que la transformación digital es ya el eje impulsor del futuro en todas las áreas del desarrollo económico que no lo hagan. Si no quieren reconocer que las tecnologías de la información aplicadas al transporte y logística son una herramienta clara de rentabilidad y eficiencia de la cadena de suministro, allá ellos. Eso sí, luego que no digan que no sabían nada. 

Está claro que el mundo no se acaba, será un tercer país y listo, pero pudiendo hacer las cosas bien ¿por qué se ha llegado a esto?

Y no seamos cafres: las inversiones deberán hacerse en relación la necesidad de cada actividad, hay que invertir en digitalización, talento e innovación (también en seguridad que los ciberataques están a la orden del día) siendo conscientes de nuestro tamaño, que todos sabemos qué clase de pez somos en este océano llamado mercado. 

Además, con la economía digital, se supone que se alcanzarán con más facilidad algunos de los famosos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenibles) que tanto nos intentan inculcar desde los Puertos españoles y la Unión Europea. Apostemos por la Economía Azul (desarrollo económico en los mares de manera sostenible y rentable), my friend.

Por cierto, ya que menciono a la UE, ¿y del acuerdo del Brexit qué sabemos? Pues nada de nada. El tiempo para pactar una salida de la UE de Reino Unido a buenas se acaba y Bruselas y Londres parece que lo llevan bien. Preocupados, lo que se dice preocupados como lo podemos estar usted y yo, no se les ve. De hecho, como ya saben que, de llegar a un acuerdo, no lo podrían poner en marcha el próximo 1 de enero de 2021 -cuando termina el periodo transitorio del Brexit- se han inventado una batería de medidas de emergencia para “amortiguar una retirada sin acuerdo”.  Pero... qué me están contando. Qué será que no han tenido tiempo. Qué les ha pillado de sorpresa el asunto. Poner aquí el emoji de la cara naranja con las palabras censuradas. Ya me entienden.

Pero, bueno, no seamos tan malas, venga que han tenido el detalle de comentar que las medidas se han tomado pensando, especialmente, en el transporte aéreo y terrestre, “cuyo funcionamiento quedaría fuera del paraguas de un acuerdo genérico internacional y que Bruselas cree que podrían verse afectado de forma desproporcionada”. ¿Vaya? ¿En serio? Pues primera noticia... ¡Venga va! que las asociaciones profesionales llegan meses pidiendo celeridad en las negociaciones, amplitud de miras y diplomacia. Que son profesionales de lo suyo, ¿no? ¿O es que hemos enviado a negociar a los becarios? Está claro que el mundo no se acaba, será un tercer país y listo, pero pudiendo hacer las cosas bien ¿por qué se ha llegado a esto?