Menú
Suscripción

Que nos dejen en paz

No por más repetirlo dejará de ser cierto: en cuanto la política entra por la puerta de la logística, el sentido común sale por la ventana… más bien salta al vacío en modo suicida.

  • Última actualización
    15 septiembre 2021 14:17

Hartos estamos de dedicar toneladas de esfuerzos en pedagogía para tratar de enseñar a la clase política lo que es la logística, única y exclusivamente porque no han hecho su trabajo de empaparse bien de todo lo que significa nuestro sector.

Estamos de acuerdo en que no es posible dominar todos y cada uno de los asuntos a la perfección, vale, pero sí es exigible que alguno de los muchos asesores que pueblan los despachos sea un auténtico experto en la materia y, como tal, se dedique a hacer su trabajo asesorando y aportando información para que su jefe no meta la pata cada vez que se arrime a un foro que huela a puerto.

Tengo la sensación de que la labor de algunos de esos asesores (no todos, por supuesto) se centra muchas veces en conseguir una alineación política correcta entre declaraciones e ideario, una suerte de cóctel que no sea dañino para los intereses del partido y que permita salir del paso sin más aspiración que eso, salir del paso.

Quizás, y aquí puede que esté la clave, no siempre interesa ceñirse a la verdad porque puede desmontar un buen argumento. Sería algo así como el equivalente a aquella famosa sentencia del periodismo miserable que venía a decir algo así como que “no dejes que la verdad te estropee una buena noticia”.

"Sex and the Single Girl" fue traducida en España como "La pícara soltera"... Por cierto, abro paréntesis, se cree que esta frase aparece en la película “Primera plana” de Billy Wilder, sin embargo, la referencia aparece en el film de 1964 “La pícara soltera” (traducción inexplicable del título original “Sex and the Single Girl”), una comedia y un reparto que entonces, y ahora, podría quitar el hipo de cualquier persona cinéfila (Tony Curtis, Natalie Wood, Henry Fonda, Lauren Bacall…), incluida Loli Dolz, la periodista logística que más sabe de cine que conozco.

Y es que hay cosas que no pasan de moda. Todavía hoy, pese al asombro de muchos, se siguen construyendo argumentos demagogos fundamentados en mentiras o medias verdades, que viene a ser lo mismo, buscando exclusivamente el favor de unos pocos por encima del interés general, justo lo contrario de lo que debería ser.

Como periodistas estamos hartos, pero los profesionales del nuestro sector están ciertamente hasta el gorro de tener que escuchar tonterías y de ver cómo se juega con el pan de muchos para satisfacer el ego político de unos pocos.

Exigimos coherencia, formación, información y responsabilidad. Si cargados con esos argumentos nos convencen de que alguna actividad logística es mala malísima, lo aceptaremos y defenderemos hasta el extremo ese mismo argumento. No tengan duda.

Las personas que dan vida a la logística sólo necesitan trabajar en paz, que les dejen partirse la cara por todo el mundo para conseguir nuevas cargas... y luego moverlas.

Todos queremos un mundo mejor, más justo y más sostenible. Si ahora tenemos dificultades heredadas para conseguirlo, tendremos que trabajar en el futuro. Y ahí es donde todos tenemos que encontrarnos, en el consenso, en el diálogo y en el compromiso, aunque para conseguirlo tengamos que prescindir de los elementos de la clase política que contaminan cualquier tipo de avance.