Prometo no volver sobre el tema en una temporada. Hasta entonces, permítanme que me desahogue.
A ver si nos vamos entendiendo. La Ampliación Norte del Puerto de Valencia ya está hecha... y desde hace años. Se hizo amparada por una Declaración de Impacto Ambiental publicada en el BOE en agosto de 2007, bajo el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Y como ya está hecha (sorpresa y estupor para un par de medios de comunicación generalistas, una plataforma vecinal y un acalde despistado), no hay que volver a hacerla. Lo sentimos profundamente, pero es lo que hay.
Lo que se haga posteriormente dentro de los diques de abrigo de esta ampliación, en lo que se denomina zona 1 en el argot portuario, no requiere de otro estudio de impacto ambiental porque no afectaría al entorno ya que está en zona… abrigada. Repetimos: dentro.
La Terminal Norte de Contenedores va dentro de la Ampliación Norte (no fuera). El diseño de esta Terminal (que va dentro) ha sido modificado respecto a la idea original, pero no tiene ninguna afección sobre el exterior (fuera) y, además, al ser menor que el proyectado originalmente, tiene un impacto inferior (menos materiales de relleno, menor ocupación de la lámina de agua, etc.).
Mienten doblemente quienes aseguran que es necesaria una declaración de impacto ambiental para el proyecto de la Ampliación Norte. Primero porque, repetimos, la Ampliación Norte no es un proyecto, ya está hecha; y en segundo lugar, porque no es necesaria una nueva DIA. ¿Hace falta explicar más cosas?
Pues parece que sí ya que esto, tan sencillo de comprender, es lo que está ocupando parte de la actualidad que gira en torno al puerto de Valencia en las últimas semanas.
Hablamos de una cadena de irresponsabilidades. En primer lugar de la plataforma vecinal que emite una noticia falseando la realidad; en segundo lugar, de un reducido grupo de periodistas seguidistas que dan bola a la mentira sabiendo exactamente cuál es la verdad y, en tercer lugar, de la clase política que se arrima a una tendencia mentirosa y falta gravemente a su deber de estar informada, de proponer soluciones y favorecer la convivencia.
No entiendo como el alcalde de Valencia, tan preclaro para otros asuntos, puede caer en este asunto en la trampa y defender una “DIA para el proyecto de ampliación” o el trasvase de las mercancías de Valencia a Sagunto. El primer edil de la ciudad es consejero de la Autoridad Portuaria de Valencia y dudo mucho que en la reunión de la próxima semana vaya a hacer alguna pregunta al respecto porque sabe cierto que se van a reír en su cara.
No creo que quiera pasar el trance de que cualquiera tenga que explicarle que la terminal ya está hecha, que la DIA ya se aprobó y publicó y que la Terminal Norte no tiene más afección que la ya contemplada. Por no hablar de la imposibilidad de cambiar Valencia por Sagunto, a pelo. ¿De qué o de quién tiene miedo? No lo entiendo. Humildemente le sugiero que revise la independencia y profesionalidad de alguno de sus asesores, porque no creo sea una ocurrencia suya.
Como ven, es el cuento de nunca acabar. Llevamos años escribiendo sobre lo mismo, pero parece que es necesario mientras existan mentirosos que incluso publican con impunidad que en la Ampliación Norte se va construir una terminal de hidrocarburos. ¿De verdad? No, claro que no, pero es otra mentira que ayuda a añadir dramatismo al asunto. ¡Qué pena!