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Sentido común

Fiel a su estilo vivaz y perspicaz, dispuesto siempre a expresar públicamente sus opiniones con voz alta y clara, Jorge Alonso, presidente y CEO de Grupo Alonso, considerado como un particular caso de éxito en el panorama logístico español, no dejó pasar la ocasión que le brindó el pasado martes el V Encuentro Internacional de Logística celebrado en Santander, para poner el dedo en la llaga de una de las grandes disfunciones que está desestabilizando el necesario equilibrio entre los diferentes eslabones de la cadena logística.

  • Última actualización
    15 septiembre 2021 09:52

El sector logístico “se está fagocitando”, alertó, por el efecto de una escalada desbocada de las tarifas de los fletes marítimos que implica que los “armadores estén arremetiendo contra sus clientes” con los fletes. “Y unos abusos traen otros”, advirtió el empresario, quien llamó a la colaboración frente a las “palancas de poder” que cada actor de la cadena quiere activar porque “la cadena es tan fuerte como el eslabón más débil”, dijo apelando al sentido común.

Quiso la casualidad que, horas después, desde varios centenares de kilómetros de distancia, en Marsella, llegara la réplica por parte de la tercera mayor naviera del mundo. CMA CGM anunciaba su decisión de congelar las tarifas del flete spot desde el 9 de septiembre hasta el 1 de febrero de 2022, “priorizando” así su relación a largo plazo con los clientes ante una situación “sin precedentes” en la industria del transporte marítimo.

La decisión de la naviera francesa en este contexto de “gran desequilibrio” entre la demanda y la capacidad efectiva de transporte marítimo de contenedores, cuando los factores que lo provocan “continuarán en los próximos meses”, cabe interpretarse como una renuncia a la obtención de unos sustanciosos ingresos resultantes de un mercado distorsionado y a la toma de conciencia de la necesidad de mantener una amplia y fidelizada base de clientes que le permita afrontar con garantías futuras tensiones del mercado, pero en sentido inverso. Tras el anuncio de CMA CGM, el mercado logístico aguarda expectante la reacción de otras navieras, que como Hapag-Lloyd, podrían sumarse a la misma con igual o parecidas medidas, destinadas a aliviar la excesiva presión que los elevados precios de los fletes están imponiendo en la cadena logística.

El eslabón más débil de una cadena logística puede representar su nivel de fortaleza y de eficacia, pero también su nivel de seguridad o de vulnerabilidad y por lo tanto su grado de exposición al riesgo

Sin embargo, desde el sector logístico hay quien ve la medida de CMA CGM no tanto como un gesto de buena voluntad hacia sus clientes, sino como una estrategia para alcanzar beneficios futuros a través de contratos a largo plazo con tarifas de flete ya elevadas, en vez de pretender maximizar los beneficios a corto plazo. Esta estrategia de priorizar la relación comercial a largo plazo con los clientes está en la base de cualquier negocio que se pretenda rentable, aunque generalmente favorece a los clientes de mayor tamaño en detrimento de los más pequeños, con menor capacidad de maniobra para soportar las actuales condiciones del mercado, con unos fletes disparados y unos niveles de fiabilidad de los servicios muy discutibles.

El eslabón más débil de una cadena logística puede representar su nivel de fortaleza y de eficacia, pero también su nivel de seguridad o de vulnerabilidad y por lo tanto su grado de exposición al riesgo. “La cadena es tan fuerte como el eslabón más débil”, recordó Jorge Alonso en Santander, recogiendo la frase de Thomas Reid, fundador de la escuela filosófica escocesa del sentido común. ¿Y qué otra cosa es la logística que sentido común? ¿Por qué no aplicarla también a los fletes en lugar de correr el riesgo de romper la cadena? Las navieras tienen parte de la respuesta, aunque también muchas preguntas ante una situación compleja con múltiples puntos de vista.