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Sentirse como en casa

La Fundación Valenciaport vuelve a estar de actualidad y lo hace porque su Patronato ha dado un paso adelante y ha apostado por abrir en canal la institución para, desde la reflexión y aprovechando la estabilidad económica que tiene y su proyección y reconocimiento internacional, volver a configurar el proyecto que, aún teniendo los objetivos claros, no ha llegado a calar entre la comunidad portuaria que debería ser su primer cliente.

  • Última actualización
    11 febrero 2019 16:55

Con esta reorientación, que ha incluido reajustes en el organigrama comenzando por su director general, se espera que todo el reconocimiento adquirido fuera se materialice aquí, en la terreta.

“Hay pocos puertos que tengan una estructura de innovación como la nuestra y somos un referente de innovación en todo el mundo, especialmente, en América Latina. La Fundación es reconocida como ese brazo de la Autoridad Portuaria para el desarrollo de cuestiones que tienen que ver con la competitividad, la innovación, la planificación estratégica (...) consideramos que todo ese prestigio es el que queremos tener aquí. Creemos que nuestra integración en la comunidad portuaria, que está funcionando bien y con la que tenemos numerosos proyectos en marcha, tiene un margen de mejora importante”, apuntaba a este Diario el nuevo director general de la Fundación Valenciaport, Antonio Torregrosa, en una entrevista publicada ayer mismo.

La cuestión es ¿por qué, a pesar de todos los esfuerzos, las empresas no sienten suya la Fundación Valenciaport? ¿Por qué se olvidan de que sus técnicos y expertos lo son precisamente en eso: en sus necesidades logísticas y portuarias?  ¿Por qué se piensa que la Fundación Valenciaport solo trabaja con y para stakeholders de gran tamaño y proyección?

A ver, lo primero de todo, la Fundación de la Comunidad Valenciana para la Investigación, Promoción y Estudios Comerciales de Valenciaport (que así es como se llama la Fundación Valenciaport) es una entidad privada sin ánimo de lucro. Y lo segundo: nace de la convicción de que debe (y puede -no tengan la menor duda) ser un instrumento al servicio de la proyección de la comunidad logístico portuaria.

Por eso, para lograr esa competitividad internacional y ese valor añadido en nuestras empresas, la institución pone a disposición de todos los colectivos su investigación, su innovación, su formación y sus relaciones internacionales. Porque el reto es importante, alcanzar la excelencia siempre lo es.

Palabras trending topic en los pasillos de la Fundación Valenciaport como innovación, cooperación, formación, I+D, vertebración del territorio, know how... quedan lejos del vocabulario de muchos de los operadores del sector logístico valenciano. Y eso no puede ser. Estamos en el siglo XXI y la reconversión a los nuevos paradigmas de la economía no puede dilatarse más. Así que es fundamental que la comunidad portuaria sienta que la Fundación Valenciaport es su casa; que la institución es su aliada para alcanzar sus objetivos en asuntos de innovación, estrategia de mercado, calidad, tecnología de la información, sostenibilidad, etc.

La tarea que tiene por delante la Fundación Valenciaport no es sencilla pero, estoy segura de que el equipo de profesionales que la lidera, cumplirá con creces ante los desafíos que se les propongan. Porque su presencia en proyectos de primer nivel, como partner de calidad, no es cosa de suerte. Detrás hay trabajo duro, mentes brillantes y colaborativas y muchas ganas de seguir cambiando el mundo logístico-portuario.