Nos encaminamos con cierto ritmo cansino al momento culmen de la convocatoria de paro patronal en el transporte por carretera del próximo 27 de julio.
Vamos sin histerias ni nerviosismos, acostumbrados a esta actitud bastante indolente del actual Gobierno, donde nunca parece que haya prisas, ni siquiera trabajo detrás, todo es silencio mientras las convocatorias de las reuniones se dilatan, los días se mueren y luego a la gente se la convoca con, como mucho, doce horas de antelación y, así, empujón tras empujón.
Hay que decir que, desde mi cubil, lo que se divisa es que con este Gobierno uno debe ir a las reuniones pleno de esperanzas puesto que, como no parece que nunca haya criterios apriorísticos ni sólidos principios, todo siempre parece posible y conseguible.
Si ANFAC no pidió las 44 t y de pronto Ábalos las aprobó y las concedió; si luego, tras el entusiasmo generalizado de todo el polo cargador, la carretera protestó y Saura dijo que es que sólo se habían aprobado para el sector de la automoción; y ahora el sector del transporte ha seguido renegando y Rallo les ha dicho que no se aprobarán sin su visto bueno previo, es decir, de momento NO, pues qué podemos decirles de otros temas como la carga y descarga o la morosidad, es decir, SÍ, parece que todo puede ser, todo, incluso... claro, que mañana o pasado en el MITMA vuelvan a cambiar otra vez de opinión...
