“Los estibadores del Puerto de Avilés se dan tiempo para negociar antes de ir a la huelga” ¿Y si les digo que este titular que tienen aún calentito en la página de al lado (si siguen siendo fieles al papel) o a un golpe de ratón (si son más de pantallas) podría tener 700 años de antigüedad? Ni uno más ni uno menos.
Los estibadores del Puerto de Avilés de 2020 no forman un colectivo numeroso pero sí muy unido. De hecho, a excepción de un verdadero outsider, un auténtico llanero solitario de los muelles, un único individuo que parece resistirse a la uniformidad de las siglas, el resto de la plantilla, compuesta por 32 fijos y 42 eventuales, pertenecen al Sindicato de Sindicato de Estibadores del Principado de Asturias (SEPRA), que mantiene estos días un pulso que se ha traducido en una convocatoria de huelga por la decisión de las empresas de disolver el Centro Portuario de Empleo y para exigir una mayor estabilidad en el empleo.
Tras un conato de huelga durante el pasado fin de semana, el SEPRA se ha dado un tiempo antes de hacerla efectiva este jueves si antes no alcanza un acuerdo con las empresas en el marco de las negociaciones que se están llevando a cabo.
Pocas son las noticias sobre la historia del trabajo en la Edad Media, pero este 15 de septiembre de 2020 podemos recordar un conflicto laboral que se produjo en la villa de Avilés en el año 1320 y que fue descrita por Juan Fernández, notario público del Rey en Oviedo .
Desde el siglo XII Avilés tenía el puerto de mayor tráfico de la costa asturiana. Por él, entraban la sal, los vinos, los paños y otras mercancías que abastecían a la ciudad de Oviedo y que se transportaban hasta tierras leonesas.
700 años después, la estiba sigue siendo noticia en Avilés, un puerto que al igual que en 1320 es un “puerto pequeño de tráficos discontinuos”. La diferencia es que si entonces no se encontraba “quien se pudiera encargar de la desestiba de los barcos que llegaban a Avilés”, ahora el problema es el opuesto
Pero por razones que el notario del Rey no aclara, había surgido el conflicto en el puerto de Avilés. Los mercaderes no encontraban “aiuda para entrar al puerto”. Para remontar la difícil ría de Avilés era necesario el practicaje experto de los locales. Y tampoco se encontraba quien se pudiera encargar de la desestiba de los barcos que llegaban a Avilés...
El asunto llegó a manos de la Justicia. Los de Oviedo incluso consiguieron que el deán excomulgase a algunos vecinos de Avilés. Pero al final se alcanzó un acuerdo para que a aquellos avilesinos que trabajasen en la estiba “se les aiude por salario convenible”...
Según indican las investigaciones históricas, debía de ser un trabajo ocasional en un puerto pequeño de tráficos discontinuos. Pero al mismo tiempo refleja la aparición de trabajadores que se alejaban de los oficios tradicionales e iban incorporando perfiles laborales nuevos en villas en crecimiento.
Esta historia, que pasa por ser el conflicto laboral más antiguo documentado en Asturias, se ha conservado en un documento notarial en pergamino que pertenece al Archivo Municipal del Ayuntamiento de Oviedo y fue publicado en 2011 por María Josefa Sanz Fuentes, Miguel Calleja Puerta y José Antonio Álvarez Castrillón.
700 años después, la estiba sigue siendo noticia en Avilés, un puerto que al igual que en 1320 es un “puerto pequeño de tráficos discontinuos”. La diferencia es que si antes no se encontraba “quien se pudiera encargar de la desestiba de los barcos que llegaban a Avilés” ahora no se encuentra una fórmula que contente a las partes interesadas para cribar las numerosas solicitudes para entrar a formar parte de un colectivo laboral que ha pasado de ser considerado por la opinión pública poco menos que despreciable a tenerlo como uno de los más privilegiados. 1320-2020. Historia de un puerto.