Deja la logística para cazar fantasmas. What? Hace unos días, mientras corría por casa mirando el reloj para salir hacia el trabajo con la seguridad de que algo haría que llegara 5 minutos tarde #inevitablecertezadiaria, con la radio de fondo reportando las novedades del día, tuve que parar, coger al móvil y clicar en 10 segundos atrás, 20 segundos atrás. Pero, ¿qué ha dicho qué? Play.
Laura Hoyle, de 39 años, de la localidad inglesa de Hucknall, ganó hace unos meses el juego de azar “Set for Life” que le garantiza recibir todos los meses, durante los próximos 30 años, 10.000 libras (12.000 euros aprox.). Pues bien, tras dejar su trabajo en una empresa de logística, ha decidido dedicarse a la ilusión de su vida: cazar fantasmas. A-L-U-C-I-N-A-N-T-E. Profesión: Ghostbuster, ¿puede haber algo más freak? Seguro que habrá quien piense: ¡cambia unos fantasmas por otros! No sean malos... bueno un poco sí.
Y dejando a los hacedores de milagros que sólo ellos valoran y ven gracias al mega ego que poseen, hablemos de lo que de verdad importa: la convocatoria de paros de las empresas del transporte por carretera el20, 21 y 22 de diciembre. ¿Solución posible? ¿Paro garantizado?
Dos debates abiertos: uno con el Gobierno y otro con los cargadores. Uno más importante que el otro, claro, pero ambos en la mente de los transportistas -aunque no estén en la mesa de negociación todos los interlocutores que podrían avanzar en solucionarlos-.
No quieren asumir que no se puede tener un transporte por carretera del siglo XXI (innovador, digital y sostenible) con precios del siglo pasado
Y en este escenario, lo más importante es reconocerse como parte del sector, asumir que no son los otros los que buscan soluciones para “sus temitas”, sino que hablamos del futuro económico de muchas personas. A nivel nacional, el sector del transporte factura 30.000 millones de euros al año y aporta alrededor del 3% del PIB.
¡Ah! y también, nada una tontería, hablamos de la fortaleza de la cadena de suministro, esa que hoy por el miedo a la escasez de cosicas en Navidad está en boca de todo el mundo, esa a la que se le ha requerido una resiliencia extraordinaria durante la pandemia, esa a la que todos echan mano (exportadores y cargadores, of course) cuando tienen que hablar de futuro, de sus previsiones para 2022, pidiéndole, exigiéndole, más eficiencia, más competitividad... Eso sí, lo tienen que hacer sin que se ajusten el resto de parámetros que están afectando directamente a la actividad y a sus costes; sin asumir que no se puede tener un transporte por carretera del siglo XXI (innovador, digital y sostenible) con precios del siglo pasado que están llevando a que los profesionales del camión se sientan más fuera que dentro de las carreteras.
Mientras, los cargadores tiran por el “no seáis malos y hagáis los paros ahora que nos viene mal”. Qué feo está eso. “Cada día que pasa sin el anuncio de la desconvocatoria, los costes se incrementan” (AECOC). Esto ya... es lo que tiene una convocatoria de paro o huelga... “La sociedad no va a entender que la cadena de suministro se pare voluntariamente e impida que los productos lleguen a los hogares en días tan señalados” (AECOC). WOW. Echando mano de “la sociedad”, muy bonito... Lo mismo, sería interesante arremangarse, negociar y debatir, las veces que haga falta, hasta concretar la manera en la que todos puedan vivir de su trabajo, con dignidad y ganando dinero, que, por lo que yo sé, se trabaja (todos lo hacemos) para tener ingresos. #deprimerodecapitalismo
La cadena de suministro es una y está integrada por sectores variados con su gente. Así que, mejor si no dejamos caer a nadie. ¡A negociar!