Para los que inauguramos el gigantismo de la mano de los Triple-E, hoy nos descubrimos en el pleistoceno naval. De aviesos Suricatas hemos derivado en oxidados megalodones porque las navieras no han dejado de abonar la planta y los barquitos, qué cosas, han seguido creciendo y creciendo y creciendo y nos sentimos viejos, sin haber tenido tiempo para serlo.
El secreto ahora mismo está en la “manga”, que se estira y estira ahora ya hasta las 24 filas para, con una eslora que sigue rondando lo que va entre Neptuno y Cibeles, situarse un 35% por encima de la capacidad de lo que un día se empezó a llamar megaportacontenedores.
El último hito (en nada el penúltimo) lo ha establecido MSC con un nuevo buque de 23.756 TEUs de capacidad, unos 2.200 más que el príncipe destronado “OOCL Hong Kong”.
Este nuevo campeón de los mares se llama “MSC Gülsün” y sigue la estela de nombres femeninos de la naviera con sede en Ginebra, siempre en honor de familiares de trabajadores de la empresa, tal y como ha podido confirmar este Suricata. En este caso Gülsün se antoja una elección acertadamente singular para el nuevo estandarte, siendo un nombre turco que significa algo así como “be smiling”, es decir, un megagigante risueño, que no es poca cosa.