Después de un análisis profundo por parte de la Comisión de Aduanas de FETEIA, hemos solicitado al Gobierno si puede plantearse la posibilidad de poner en servicio cuanto antes una aduana en nuestro satélite estimado, la Luna. Y hemos llegado a esta conclusión porque viendo los años que está costando reabrir la frontera terrestre de Melilla, ya puestos, vamos a fijar objetivos que sean más fáciles de conseguir que uno que aparentemente era muy sencillo, pero que parece que se complica o que lo complican. Recientemente, nos hemos dirigido al presidente del Gobierno por el hecho de que en las últimas reuniones que se han celebrado entre los dos Estados, Español y Marroquí, se llegó al acuerdo de volver a hacer operativa la Aduana de Melilla. Aplausos. Pero desgraciadamente a través de un mecanismo perverso, inadecuado y contraproducente: la (in)necesaria condición de que se cree una Comisión para revisar la normativa vigente y cuando se tenga el consiguiente dictamen poder reabrir la Aduana de Melilla (y abrir también una nueva Aduana en Ceuta).
Nuestra oposición a este planteamiento es muy clara: en primer lugar, ya existe una normativa específica que contempla todas estas cuestiones; en segundo lugar, esta aduana ha estado operativa durante muchos años sin más problemas que los que se producen en las aduanas de toda España y, en tercer lugar, porque ya se han hecho algunas pruebas y algunos test que permiten dar por hecho que no hay ningún impedimento para hacer efectiva la reapertura del paso de Beni Enzar.
No dudamos de que, como en todas las aduanas del mundo, van a producirse incidencias. Pero las incidencias se hablan, se discuten y se resuelven. Con la aduana cerrada no hay incidencias. ¡Bravo! De hecho, FETEIA presentó hace meses un estudio que realizamos a través de nuestra Comisión Nacional de Aduanas, en el que se detectaban problemas estructurales de carácter general, y situaciones de conflicto en todas y cada una de las Aduanas y de los Puestos de Control Fronterizo en servicio. Son muchos los problemas que hemos detectado, pero hemos propuesto soluciones a cada uno de ellos. Ante esta situación, ¿a alguna mente perversa se le ha ocurrido cerrar la Aduana de Barajas, o del Puerto de Valencia, hasta que se subsanen estos problemas? Parece que lo que sucede en Melilla responde a una realidad distinta y lejana. Grave error. Este documento ha sido librado a todos (demasiados) los ministerios implicados, y a los Grupos Parlamentarios, para que se analicen nuestras propuestas de solución. Los problemas hay que solucionarlos uno a uno y cuando se producen y por tanto no vemos ningún impedimento en que mañana se pueda dotar la aduana de personal y hacer operativa la aduana melillense. No sólo nos hemos dirigido al presidente del Gobierno de España, también lo hemos hecho al presidente de nuestra Federación europea CLECAT. Esta semana hemos visto como el puerto de Tanger-Med ha entrado ya en el top de los 20 puertos de contenedores más importantes del mundo. Mi más sincera enhorabuena al reino marroquí. El problema del cierre de Melilla no afecta sólo a los melillenses, o a España, sino que afecta a toda la UE. No hay que olvidar que las cadenas logísticas compiten entre sí y si bien es cierto que no estoy planteando que los puertos de Melilla (que sufre una disminución espectacular de negocio, producto en muy buena parte por el cierre de la aduana terrestre) o de Ceuta compitan con Tanger-Med, hay que tener en cuenta que en una cadena si el menor de los eslabones se rompe, se rompe toda la cadena, y entonces la ventaja la tiene nuestra competencia.
En base a estos datos y reflexiones, hemos solicitado al presidente del Gobierno la reapertura inmediata de la aduana melillense y reiteramos la necesidad de que se cree una comisión interministerial para la mejora de la gestión de los procedimientos aduaneros y se establezca una cadena de mando efectivo en estas infraestructuras estratégicas para el comercio internacional. Tal como se detectó en el estudio de FETEIA del que hacía referencia anteriormente. Alguien podría pensar que es una cierta contradicción que rehusemos participar en una comisión como la que se nos ha planteado (es aquello de que, cuando no soy capaz de cumplir mis compromisos, vamos a crear alguna comisión para distraer al personal) y en cambio pidamos que urgentemente se constituya la Comisión interdepartamental a la que me refería, que tiene como objetivo poner orden al sistema Aduanero de todo el estado, que se constituya con urgencia y además que cuente con la presencia de los expertos, los empresarios que movemos la carga, es decir los transitarios, representantes aduaneros y operadores logísticos.
Hasta ahora, sólo podemos constatar que la desidia o compromisos inconfesables de los gobiernos provocan la asfixia de la economía melillense, la pérdida de ingresos millonarios, y obstruyen la creación de puestos de trabajo de calidad. Reaccionen, por favor. Demuestren que Melilla está más cerca y que la sentimos más próxima que nuestro estimado satélite.