Menú
Suscripción

Vergüenza

Cuando este Diario iniciaba su andadura allá por 1993, ya sonaba todo eso de la Zona de Actividades Logísticas del Puerto de Valencia y muy poco después, en abril de 1994 se daba el primer pistoletazo de salida al proyecto (ha habido varios pistoletazos en 25 años, por eso lo de “primer”).

  • Última actualización
    28 noviembre 2018 18:44

Para un novato y entonces ya ignorante como yo, aquello no era más que papel mojado; un proyecto como otros tantos  que vería la luz, o no, en función de cómo amanecieran los ánimos de unos y otros durante los próximos meses. Pues resulta que no me equivoqué.

Hoy, 25 años después de aquella idea original, justo el día que celebramos el 25 aniversario de Diario del Puerto, hemos tenido la ocasión de publicar que, por fin, ahora sí, la ZAL ha recibido el visto bueno definitivo.

Sé que los profesionales de VPI, que son quienes en los últimos años (décadas) se han partido la cara por llevar adelante el proyecto, me dirán que tratándose de la ZAL no hay que cantar victoria. Y tienen razón.

Pero hoy, quizás llevado por la euforia de nuestra celebración, me tengo que venir arriba y anunciar que, por fin, la ZAL va a comenzar a andar.

Y hasta aquí me han llegado los efluvios de la alegría. A partir de este momento me abro en canal para tratar de transmitirles que lo que siento en este momento es vergüenza, pena y rabia.

Tengo la certeza de que el proyecto de la ZAL no ha salido antes adelante, única y exclusivamente, por las diferencias políticas que a lo largo de los años han aflorado entre los diferentes gobiernos municipales, autonómicos y centrales.

Una vez expropiados los terrenos e iniciadas las obras, sin posibilidad de retorno, es del todo inexplicable la paralización eterna que ha vivido la ZAL.

Me da vergüenza el nivel político que durante cinco lustros ha sido capaz de priorizar cuestiones de agenda electoral frente a la generación de riqueza, empleo y prosperidad.

Me da pena, porque el coste social de la expropiación y el retraso sine die, han tenido una repercusión tremendamente negativa sobre la imagen del Puerto de Valencia; tanto que todavía hoy tiene que soportar esa presión y pasarán muchos años hasta que el ciudadano de a pie comprenda el valor de contar con un recinto de primer nivel internacional.

Y siento rabia por las decenas (sí, decenas) de oportunidades de inversión que se han dejado pasar y que se han derivado a otros puertos españoles y extranjeros. Eso es así.

Dicho todo lo cual, ya sé que todo tiene matices y que no todo es como parece, pero, ¿tienen ustedes alguna duda de que con consenso político la ZAL podría estar en marcha hace 20 años? Yo tampoco.

Me refería antes a los profesionales que forman parte de VPI, que es la sociedad participada por la APV encargada de la comercialización y explotación de la ZAL, por no hablar de la elaboración de toda la tramitación (infinita) que han tenido que elaborar. Hoy es un día importante para ellos y es posible que pasen totalmente desapercibidos entre las esferas políticas encargadas de dar la buena nueva a bombo y platillo, así que es de justicia poner el foco sobre ellos para que reciban el apoyo, aunque sea moral, de los que como yo pensamos que los proyectos no son nada si no tienen a personas detrás.