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Por si acaso

Martes 30 de abril. Todo sigue igual. En el mismo  lugar donde lo dejamos el viernes. ¿O no?  ¡Qué se yo...! Escribo estas líneas 48 horas antes del 28-A y puestos a imaginar un desenlace electoral no descarto que cuando ustedes lean estas líneas un eventual escaño del PACMA,  el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, tenga la llave de la gobernabilidad de España. Y es que visto  lo visto, me creo cualquier hipótesis, por descabellada que parezca.

  • Última actualización
    25 abril 2019 20:44

Los animalistas, al menos, abogan en su programa electoral por “un modelo de transporte multimodal e integral donde todos los medios de transporte tengan su papel y estén coordinados” y también  por “incrementar el transporte de mercancías en tren”.  Es de agradecer. Eso sí, el sopapo viene a continuación: “Apostamos por combatir el incremento desmesurado del transporte de mercancías, la deslocalización de la producción, la especulación y, en definitiva, un comercio al servicio de los mercados y no de las personas ni de la naturaleza”, proclaman en su programa. 

Es evidente que el PACMA no es un partido que convenga a los profesionales que viven del movimiento de mercancías.  Aunque éste sea desmesurado. Y por antitaurinos que sean. Sin embargo, sí le concedo cierto crédito al PACMA cuando en el mismo programa electoral alertan de que “las fluctuaciones de temperatura y del aumento del nivel del mar son cada vez más acusadas, a causa del calentamiento global” y cuando dicen que “cada año empeoran los fenómenos climatológicos extremos, como fuertes olas de calor, lluvias torrenciales, sequías o huracanes, que agravan los incendios e inundaciones, y que, según las previsiones, seguirán en aumento significativo en los próximos años”. Ya lo estamos sufriendo.

El caso es que nada de esto se ha debatido durante la pasada campaña electoral y conviene no olvidar que los puertos son infraestructuras especialmente sensibles a un avance del mar que se prevé imparable. Por ello, resulta especialmente oportuna la reunión organizada hace dos semanas en París por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) sobre la adaptación de las infraestructuras de transporte al cambio climático y  en la que expertos de los sectores del transporte por carretera, ferrocarril, aéreo y marítimo, así como representantes gubernamentales y del mundo académico, compartieron su preocupación por la insuficiente capacidad del sector del transporte para hacer frente a las consecuencias del cambio climático. 

Alrededor del 80% del comercio mundial se realiza por vía marítima, pero la industria que gestiona este comercio se encuentra en primera línea de los problemas climáticos, a menos que se adapte rápidamente. Por ello, como apunta la UNCTAD, se hace necesaria una urgente  transformación del sistema de comercio mundial que haga frente a los impactos del cambio climático previstos. 

El aumento del nivel de mar será una realidad a partir de 2030, cuando es probable que se alcance el punto de calentamiento global de 1,5ºC, según el último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Pero parece evidente la desconexión entre la evidencia de la comunidad científica y el ritmo del cambio de la política medioambiental de los gobiernos.

Dicen que el alarmismo climático se ha convertido en una religión. Pero no está de más ser precavido ante la que nos puede caer encima. Por si acaso. Noé ya lo vio venir.  El PACMA, también.