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Puerto de Bilbao: un conflicto marcado por el enquistamiento y avivado por la huelga

El Puerto de Bilbao centra en los últimos días la atención del sector de la estiba en nuestro país con motivo de un conflicto  larvado durante años, pero al que el enquistamiento de sus posiciones encontradas y la creciente animosidad entre sindicatos de estibadores y empresas de Bilboestiba CPE, ha derivado en una huelga iniciada el viernes 9 de octubre que, de no mediar una desconvocatoria que al cierre de esta edición no se había producido, se enfrentaría a partir de hoy a la primera de un total de 10 días con paros de 24 horas, además de otros dos con paros parciales.

  • Última actualización
    13 octubre 2020 16:25

Tras varios amagos, el último hace apenas tres meses, cuando el 7 de agosto los sindicatos desconvocaron el preaviso de huelga para las jornadas del 8 al 28 de dicho mes y así ampliar el margen de negociación, siempre bajo la atenta mirada de la Autoridad Vasca de la Competencia, el pasado 9 de octubre cuatro de los cinco sindicatos que integran el comité de empresa de Bilboestiba CPE (Coordinadora, con 6 delegados; UGT, con 3; LAB y Kaia, con uno cada uno) consumaban la amenaza de huelga en los muelles bilbaínos. El sindicato ELA, con 2 delegados, decidió a última hora descolgarse del preaviso.

 

Convenio colectivo

La huelga, más aún en un contexto tan crítico como el actual, pone de relieve las profundas diferencias entre las partes en lo que respecta a un convenio colectivo cuyo incumplimiento, denuncian los sindicatos, es “continuo y reiterado”, mientras las empresas, que durante esta crisis están manteniendo un mutismo casi absoluto, pretenden jugar sus bazas al amparo de un modelo de estiba liberalizado según la ley pero que, consideran, continúa sin una aplicación práctica como la que desean ejercer. Aunque pudiera pensarse que la retirada por parte de las empresas de su plan de disolver el Centro Portuario de Empleo satisfaría la principal reivindicación de los estibadores, la realidad es que las cuestiones de fondo permanecen aún sin resolver.

 

Punto álgido

A expensas de que este martes los sindicatos aceptaran la última propuesta empresarial y con ello, se facilitara la desconvocatoria de la huelga, el malestar de los trabajadores ha ido creciendo hasta alcanzar su punto álgido el pasado sábado, cuando dos estibadores de Santander contratados para tareas de limpieza en la bodega de un buque atracado en uno de los muelles de la zona industrial del Puerto de Bilbao se vieron obligados a retornar a su lugar de origen sin ni siquiera iniciar el trabajo ante la presión de los estibadores locales. Este hecho, que podría ser un aviso o anticipo del tipo de decisiones que las empresas están dispuestas a tomar en el modelo de estiba que desean poner en práctica, parece situar al Puerto de Bilbao como un banco de pruebas al que otros puertos miran expectantes.

La huelga revela las profundas diferencias a pesar  de la suspensión del inicio del proceso de disolución del CPE y tiene numerosos frentes  abiertos

EL DATO

7.933Los estibadores dicen que mientras el personal con contrato con el CPE ha pasado de 408 en 2010 a los 320 actuales, las jornadas dobles lo han hecho de 1.664 en 2010 a 7.933 en 2019, con un “aumento desmesurado de la carga de trabajo”.

Huelga 9 a 25 de octubre9,13,19 y 20: Dos horas por turno de trabajo (9-11 h, 15-17 h; 21-23 h; 3-5 h)10,11,14,15,16,17,18,21,2223, 24 y 25: 24 horas, de 8:00 a 8:00 horas del día siguiente.

Dinámicas sindicalesDesde una óptica estrictamente sindical, la situación que se vive en el Puerto de Bilbao puede entenderse como un endemismo local. Cabe recordar también que a pesar de ser el sindicato mayoritario y ocupar la presidencia del comité de empresa, Coordinadora mantiene un control frágil tras la pérdida de la mayoría absoluta en las elecciones celebradas el pasado año, cuando el voto del único delegado del sindicato Kaia, último en llegar al puerto vizcaíno, otorgó la presidencia del comité a Coordinadora, en la figura de Alberto Dañobetia.

Las particulares dinámicas sindicales generadas en un equilibrio de fuerzas como éste podrían también jugar en contra de la estabilidad y a favor del conflicto en el Puerto de Bilbao, más allá de los motivos estrictamente relacionados con el convenio colectivo, como son el mantenimiento de los puestos de trabajo, el refuerzo de la plantilla y la reducción de la eventualidad, la recuperación de los complementos o la definición de las tareas de trincaje y transporte horizontal, entre otros asuntos.  De hecho, no existe un consenso unánime entre los sindicatos y sus trabajadores sobre qué aspectos son los más centrales en la negociación con las empresas y cuál de ellos es el que debería servir para desatascar el conflicto.