El Archivo del Puerto de Tarragona incorpora una fotografía de grandes dimensiones en la fachada
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Con motivo del centenario del edificio que acoge el Archivo del puerto, se ha añadido una nueva piel sobre la instalación fotográfica colocada en el año 2020, momento en que se celebraba el 30 aniversario de la creación de archivo.
TARRAGONA · El 4 de julio de 1990 abría sus puertas el Archivo del Puerto de Tarragona con el objetivo de convertirse en un centro de referencia, custodia y difusión del patrimonio documental, generado por los diferentes organismos que han gestionado el Puerto de Tarragona, desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad. Con motivo de su trigésimo aniversario, en 2020, se apostó por celebrarlo con una propuesta visual en clara interacción con la ciudadanía, a la que se quería mostrar algo que también es patrimonio: el edificio donde se encuentra ubicado el Archivo, las antiguas oficinas de la Junta de Obras del Puerto de Tarragona que se construyó en 1923.
La nueva instalación
Este año 2023, coincidiendo con el centenario del edificio, se ha añadido una piel nueva sobre la instalación fotográfica original. Ahora, el “Barco llamado Archivo” se reencuentra con cada uno de los instantes en que ha convivido con todos nosotros.
La obra fue concebida originalmente, respirando de la particular tradición de los retratos de barco, subrayando la independencia de una entidad, el Archivo, que es capaz de dibujarse él mismo a partir de los registros que custodia. Fue creada para desbordar los ojos y movilizar a toda la anatomía. Está hecha de imágenes y tiempo y se culmina con cada paso de cada uno de vosotros, que venid a observarlo, con todo el cuerpo.
La instalación abarca la fachada del Archivo del Puerto de Tarragona con una gran re-fotografía. Un retrato narrado a través del tiempo, construido con fotografías que registran las vidas que ha tenido, y que anuncian las que tendrá.
La gran imagen se pliega exactamente por el mismo sitio donde gira el edificio que representa. La composición fotográfica realiza así un gesto figurativo, pero amoroso, estrechando la materia que, año tras año, documenta.
Asimismo, la creación artística se convierte en proa del barco en el que ha transfigurado todo el edificio. Por encima de todo, está el detalle de una de las fotografías; desde la ventana y desde la fotografía, hay alguien que vislumbra el futuro, exactamente desde el mismo lugar donde un día fue captado por la óptica que le captura y le da vida eterna. El hombre retratado, quizá involuntariamente, se convierte a la vez en maestro de ribera y vigila de un barco de piedra. Sin embargo, una luz interior lo transforma en faro del puerto donde encuentra cobijo.
La imagen compuesta comprime el tiempo. No sólo muestra el edificio en construcción en su astillero urbano, también lo retrata navegando por el tiempo, propulsado -sin duda- por las velas de los documentos que contiene.
El hombre en la ventana, que era paleta y calafate, es también el vigilante que mira el destino del edificio, mirando al futuro, del que todos formamos parte.
El autor
Ricard Martínez es fotógrafo, historiador, documentalista y fundador de Arqueología del Punt de Vista. Su producción visual se basa principalmente en la re-fotografía y está vinculada a la percepción del presente, a través del análisis de los registros documentales del pasado. Su metodología involucra creación e investigación en unos resultados en los que se conectan miradas, momentos y espacios. Realiza instalaciones fotográficas en el espacio público. Su producción visual escenifica el vínculo entre el archivo, el observador y el espacio en el que pasan las imágenes. Publica regularmente artículos a partir de su investigación en diversos medios impresos, así como en congresos y jornadas relacionados con la Historia de la Fotografía, la Didáctica Fotográfica y la Arqueología. Esta diversidad de marcos de difusión da cuenta de la transversalidad de su trabajo.