TARRAGONA · Después del periplo por las comarcas tarraconenses, llega al Moll de Costa la exposición ‘Historias Mínimas’, treinta y cinco fotografías de vida urbana de Teresa Fargas, en una colección de momentos específicos escogidos de un amplio abanico de lugar y culturas que tienen vida propia. La muestra se inaugura hoy en las 19 horas en el Tinglado 1 del Puerto de Tarragona. Una muestra “entre una mirada directa, casi a bocajarro, y aquella que traspasa vidrios, o que se alimenta de los reflejos de los espejos de las calles” según Rafa Badia, editor gráfico, profesor de fotografía y comisario de la exposición.
El artista tiene como lema ‘La fotografía, mi pasión; la calle, mi lugar’ y en esta exposición se patentiza la importancia de capturar imágenes de calle ante hacer coloridas postales. Fargas no quiere “coleccionar estampas de fachada sin fondo, rincones y personas convertidas en estereotipos mediante el recurso de las pieles morenas y los colores saturados”.
Las imágenes expuestas permiten poder sentir los sonidos, sentir los aromas, el calor húmedo en la piel en una riqueza cromática donde aparece, según Badia “de manera justificada: la energía, la vibración, la aquí y la ahora de unas existencias todavía alejadas de la frialdad impoluta que parece haber devorado nuestra sociedad”.
Fargas, gracias a la maestría en el manejo de la cámara, hace que cada imagen tenga “un mecanismo interno de precisión: los encuadres y composiciones articulan pequeños y efímeros mundos atrapados dentro de las esquinas de las copias fotográficas. Son historias mínimas con las cuales se nos habla de la condición humana, que se expresa a través de los rituales cotidianos”.