Numerosas autoridades portuarias trabajan en la transformación del frente marítimo como uno de los pilares de cara a la integración entre puerto y ciudad.
Valencia. Una de las grandes apuestas de las autoridades portuarias es la transformación de su frente marítimo en el punto de conexión con las ciudades que los albergan. Todas ellas están desarrollando importantes proyectos que cambiarán de manera sustancial estas zonas y permitirán su disfrute por los ciudadanos, además de albergar iniciativas tecnológicas y de innovación.
Éste es el caso de la Autoridad Portuaria de Castellón, que recientemente ha presentado el proyecto de rehabilitación del edificio de la antigua Comandancia de Marina -que albergará el Museu de la Mar- actualmente en desuso, y que se adjudicará en breve. A este proyecto hay que sumar otros dos muy recientes como la restauración de la fuente del Edificio Moruno y las obras de rehabilitación de la rotonda que da acceso a PortCastelló.
Por lo que respecta al edificio de la antigua Comandancia de Marina, albergará la nueva sede institucional de PortCastelló y se abrirá a la ciudadanía como Museo de la Mar en la planta baja. Este proyecto, licitado por un importe de algo más de 5,9 millones de euros, permitirá recuperar y poner en valor uno de los inmuebles más emblemáticos del Grao de Castellón, construido hace 83 años. La actuación contempla la construcción de una plaza sin muros ni barreras.
Por otra parte, las dependencias de los antiguos Neocines del Grao acogerán el hub tecnológico del Puerto de Castellón, cuyos trámites ya ha iniciado la Generalitat Valenciana a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Rubén Ibáñez, subraya que “se va a pasar de un sitio apagado y en desuso, a albergar un gran proyecto motor de atracción de atraer empresas tecnológicas, innovación, y, por lo tanto, también mano de obra y empleo”.
“Juntos, más lejos”
Bajo el lema “Juntos más lejos”, la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) trabaja activamente en la creación de espacios portuarios abiertos al uso ciudadano en Valencia, Sagunto y Gandía. En el caso de la capital de la Comunitat Valenciana, el Ayuntamiento de Valencia y la APV trabajan conjuntamente en la gestión de los espacios situados en la antigua dársena del puerto. Está prevista una inversión de 14 millones de euros destinada a tres proyectos clave: la rehabilitación e integración paisajística del entorno del Edificio del Reloj, del Paseo Elevado de la Marina y del Muelle de la Aduana.
En el caso de Gandía, el despacho de arquitectura e ingeniería Tomás Llavador lidera el proyecto de urbanización del entorno de los tinglados fruteros y del área controlada del puerto. Esta intervención permitirá reordenar la zona del Muelle Sur comprendida entre los tinglados, la calle Juan de la Cierva y la Ronda Venecia.
Finalmente, en Sagunto, además de la inauguración del nuevo paseo marítimo el pasado año, la APV impulsará la elaboración de un estudio técnico y jurídico que permita definir un nuevo plan para el pantalán del puerto, garantizando su recuperación y su integración con el entorno.
Junto a ello, la institución portuaria valenciana prepara para finales de año una exposición sobre el juguete como producto de exportación.
Las autoridades portuarias desarrollan proyectos que cambiarán de manera sustancial los frentes marítimos y permitirán su disfrute por los ciudadanos, además de albergar iniciativas tecnológicas y de innovación
“De Faro a Faro”
La Autoridad Portuaria de Cartagena, en estrecha colaboración con el ayuntamiento de la ciudad, ha puesto en marcha una ambiciosa remodelación de toda su fachada marítima. Este proceso se articula a través del proyecto “De Faro a Faro”, un recorrido que conectará la playa de Cala Cortina y el Faro de Curra con el Faro de Navidad, con el puerto como eje vertebrador. El trazado incluirá una senda peatonal y ciclista con zonas para el descanso, la práctica deportiva y la vida social, además de espacios culturales y de restauración que dinamizarán la economía local.
Entre las actuaciones más destacadas, se encuentra el proyecto de remodelación de la fachada marítima de Santa Lucía, que marcará un antes y un después en la relación del puerto con sus barrios. La actuación transformará 24.000 metros cuadrados en un gran espacio público abierto al mar, con zonas verdes, áreas deportivas, juegos infantiles y espacios para eventos. Liberará más de 11.000 metros cuadrados de frente marítimo hasta ahora cerrado, y contará con una inversión de 7,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses. La remodelación de la fachada marítima continuará también hacia el entorno de la Terminal de Cruceros, donde la Autoridad Portuaria prepara la cuarta fase del plan de integración puerto-ciudad, cuya licitación está prevista para finales de 2025.
Dinamización Zona Volvo
La Autoridad Portuaria de Alicante sigue dando pasos en la dinamización cultural de la Zona Volvo, en concreto del Muelle 12. La UTE formada por Shiroten 10, Restauración Forty Gestión y Yansika Holding será la encargada de gestionar este espacio. El proyecto ganador, denominado “Ocean Live” se ha diseñado como un espacio multifuncional y adaptable a cada tipo de evento, con espacios fluidos y bien distribuidos, para ofrecer una experiencia cómoda y envolvente.
Al igual que en el caso del Puerto de Castellón, la Generalitat Valenciana también ha licitado el contrato para la redacción del proyecto de rehabilitación de las naves de Amaro, lo que constituye la primera fase del hub digital que prevé instalar en el Puerto de Alicante. Se transformarán en un espacio de aprendizaje, investigación y experimentación.
Esta transformación del frente marítimo también se está viviendo con intensidad en otras zonas portuarias de referencia. Un ejemplo son los proyectos impulsados por las Autoridades Portuarias de Barcelona, Tarragona y Balears que también comparten una visión común: reconectar el puerto con la ciudad y avanzar hacia un modelo más sostenible, verde y abierto a la ciudadanía.
En Port de Barcelona, la relación puerto y ciudad está experimentando una renovación sin precedentes. El Plan Estratégico del Port Vell 2025-2030, dotado con más de 136 millones de euros de inversión pública y privada, contempla 25 actuaciones que redefinirán la fisonomía del frente marítimo y consolidarán su integración con la trama urbana.
Entre las medidas previstas figura el traslado progresivo de la actividad portuaria hacia el sur, lo que permitirá ganar 15 nuevas hectáreas. La apertura de los muelles de Drassanes y Barcelona, conectando las Ramblas con el mar, y la recuperación del moll de Pescadors como espacio de ocio y divulgación de la cultura pesquera son algunos de los hitos más visibles de esta estrategia. Uno de los puntos fuertes en los últimos años ha sido Nadal al Port. Un espacio festivo y abierto a la ciudad que llena de luces y actividades varias zonas del Port Vell, y que también incluye actividades para todos los públicos durante semanas.
El puerto barcelonés ha sabido combinar la vertiente social con la económica, apostando por la innovación y la economía azul como motores de futuro. En este sentido, el BlueTechPort simboliza la nueva etapa del puerto. Este edificio de más de 25.000 metros cuadrados y 52 millones de euros de inversión acogerá empresas emergentes, instituciones internacionales y centros de formación vinculados al sector marítimo y logístico, convirtiendo Barcelona en un referente de innovación portuaria y sostenibilidad.
Acento en la cultura
Por otro lado, Port Tarragona desarrolla su propio modelo de integración con un marcado acento cultural y medioambiental. El Moll de Costa, conocido como la “Rambla de la Cultura”, se ha consolidado como uno de los principales espacios expositivos, con una programación estable de arte, patrimonio y actividades sociales. Equipamientos como los Tinglados 1 y 2, el Refugi 1 o el Teatret del Serrallo han impulsado una actividad que ha logrado que los tarraconenses se apropien de los espacios urbanos del puerto, transformándolos en lugares de convivencia.
Autoridades Portuarias como Barcelona, Tarragona y Balears actúan para reconectar el puerto con la ciudad y avanzar hacia un modelo más sostenible, verde y abierto a la ciudadanía
La Autoridad Portuaria ha reforzado, además, su compromiso con la sostenibilidad a través del futuro Parc del Port, una gran zona verde situada junto al mar que se inaugurará en 2026. Concebido como pulmón climático y espacio de encuentro intergeneracional, este parque consolidará la unión física y emocional entre el puerto y la ciudad. Tarragona también ha sabido vincular su estrategia portuaria con la innovación cultural, acogiendo el festival NOW FEST de arte digital y tecnología, así como la conmemoración del 25º aniversario del Museu del Port, que este año ha desarrollado actividades de divulgación patrimonial y propuestas inclusivas adaptadas a todos los públicos.
Reconexión
Por su parte, la Autoritat Portuària de Balears (APB) ha hecho del Nou Passeig Marítim de Palma su gran proyecto de reconexión puerto-ciudad.
Con una inversión superior a los 50 millones de euros, esta intervención ha transformado el antiguo vial portuario en un espacio peatonal, accesible y sostenible, con amplias zonas verdes, carriles bici, arbolado y mobiliario urbano de bajo consumo energético. La actuación persigue devolver el frente marítimo a los ciudadanos, fomentando un uso más humano y ambientalmente responsable del entorno costero.
La APB impulsa además el programa Port Maó Horitzó 2030, un ambicioso proceso participativo destinado a redefinir la Ribera Sud del puerto de Maó. Este proyecto, que involucra a residentes, comerciantes y entidades locales, persigue transformar el frente marítimo en un espacio abierto, atractivo y sostenible, adaptado a las necesidades del territorio.
A ello se suma la reordenación del Portitxol en Palma, que liberará más de 4.000 metros cuadrados para uso público y añadirá 5.500 metros de zonas verdes, reforzando así la conexión entre el puerto y el barrio.
Los tres puertos comparten una misma hoja de ruta: abrir sus instalaciones a la ciudad, crear nuevos espacios de convivencia y apostar por la sostenibilidad durante esta transformación.
La integración entre puerto y ciudad ya no se concibe solo como un proyecto urbanístico, sino como una estrategia global que combina innovación, cultura, participación ciudadana y respeto ambiental.
