VALENCIA. El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Joan Calabuig, ha agradecido el trabajo y la colaboración de las personas e instituciones que han hecho posible El Port de Valencia al Siglo de Oro. Prosperidad comercial y esplendor cultural. Para el responsable de Valenciaport “está exposición es una buena muestra de nuestra historia. Una historia que hay que tener muy presente para entender la actualidad. El Puerto contribuye a que la ciudad de Valencia sea, según muchos informes internacionales, una de las mejores ciudades del mundo para vivir”.
En esta línea, Calabuig ha destacado que “la Comunitat Valenciana está en un momento fenomenal, con importantes inversiones y siendo un enclave mundial de iniciativas, modernidad y progreso que, como en el Siglo de Oro, es un referente en todo el mundo”. Calabuig, acompañado por las comisarias de la exposición, Ester Medán y Andrea Ortiz, ha recorrido la muestra que permanecerá abierta en el Edificio del Reloj hasta el 11 de junio.
Durante su visita, el responsable de Valenciaport ha destacado que “el Siglo de Oro valenciano fue un periodo a caballo entre los siglos XIV y XV. Durante aquel tiempo, el Reino de Valencia, y más concretamente, la ciudad e Valencia, vivió una época, como dice el título de la exposición, de prosperidad comercial y de esplendor cultural. En aquella Valencia convivían artistas, comerciantes, arquitectos, escritores y poetas de todos los rincones. El Cap i Casal era una ciudad abierta y que atraía a comerciantes de otras zonas dispuestos a hacer negocios en una ciudad segura frente a la conflictividad de sus territorios”. De hecho, Valencia, que en aquella época contaba con 75.000 habitantes, contaba solo en el barrio de Velluters con 4.000 telares de seda.
“Y en medio de toda aquella efervescencia -ha continuado Calabuig- estaba el puerto: El Grau. El lugar de llegada y de bienvenida de los movimientos culturales, de las nuevas técnicas de tejer la seda. La puerta de salida de las telas valencianas, de las pasas y del vino, de los productos de la huerta valenciana. En aquellos tiempos, el Port de Valencia era una “grada”, de ahí el nombre de Grau; un pantalán de madera que se adentraba en el mar para hacer posible la descarga y la carga de las mercancías que empezaban a correr mundo”.
El presidente de la APV ha destacado que en aquella época “el Reino de Valencia era la punta de lanza para la expansión de la Corona de Aragón por el Mediterráneo; y como se puede leer en los carteles de la exposición, hacia el año 1400 Valencia inició un crecimiento comercial y económico imparable, gracias a la situación estratégica de su puerto”.
Calabuig, que ha realizado un repaso a la historia de Valencia y su puerto, ha destacado que “en el Siglo de Oro la proyección internacional que le daba el puerto en la capital, hizo en Valencia una ciudad cosmopolita; y la ciudad y sus comerciantes, sabedores de la riqueza que le aportaba el comercio hicieron fortificaciones al puerto, levantaron la Llotja y crearon instituciones como el Consulado de Mar para establecer garantías jurídicas en el comercio marítimo. De aquello hace siglos y lo tenemos muy presente. El puerto estaba presente en aquel momento de esplendor comercial y cultural. Valencia y el puerto iban de la mano. Es una relación fructífera que históricamente siempre nos ha beneficiar”.
“Actualmente, -ha continuado- el Puerto de Valencia sigue realizando su función, tal como hizo en el Siglo de Oro. Asumiendo el papel de herramienta para el comercio, para hacer de Valencia una ciudad tolerante y abierta en el mundo, a la innovación y a la cultura. El short-sea-shipping, las autopistas del mar, el foreland, el hinterland ... parecen conceptos actuales, descubrimientos tecnológicos y tecnicismos de nuestro tiempo”. “Nada más lejos de la realidad: se trata de prácticas marineras tan antiguas (y al mismo tiempo tan actuales) como el astrolabio del siglo XV o la réplica en miniatura de la Coca de Mataró que podemos observar en la exposición. En el SSiglo de Oro, el hinterland era la Corona de Aragón; y el foreland era todo el Mediterráneo y la costa atlántica de Europa. Hoy, el mercado interior del Puerto de Valencia es toda la Península; y el exterior es todo el mundo”, ha concluido el responsable de Valenciaport.