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Y del Brexit, ¿qué hay?

Arrancamos la última semana de julio y lo hacemos sumidos en la incertidumbre, esa que nos niega la oportunidad de planificar, acción que -seamos sinceros- nos encanta porque nos hace estar más seguros y tranquilos. Pero la Covid-19 nos ha quitado ese control. Ahora nuestros destinos están en manos de un virus -que tiene sus propias reglas y tiempos- y de las gentes que, si no es a base de multas, no reaccionan y lo propagan.

  • Última actualización
    24 julio 2020 12:38

Y creo que es precisamente esa sensación de incertidumbre, de no saber qué va a pasar dentro de dos semanas, de dos meses, de dos días, la que ha permitido que la Unión Europea haya cerrado un Fondo de Recuperación con las condiciones conocidas. En España los gestores de lo público dieron saltitos de alegría (estoy segura) cuando se supo que se mantenía la cifra de 750.000 millones de euros para ayudas a los países más afectados por la crisis de la Covid-19 y que España puede optar a 390.000 millones de ayudas directas. A falta de tener una máquina propia con la que crear dinero (como sí la tienen otros países que han inundado el mercado con miles de millones), España respira un poco más tranquila aunque es evidente que este montante es insuficiente para el país y para consolidar un proyecto europeo sostenido y sostenible a largo plazo. El proyecto de UE es una carrera de fondo y esta ha sido solo una de las primeras metas a alcanzar. Presupuestos comunitarios, obligaciones (préstamos controlados y subvenciones), aportaciones pero con beneficios y el Brexit siguen estando en la agenda. 

Y si a los exportadores no les salen los números para poder vender fuera ¿adivinan a quiénes pedirán ajustes, rebajas, mejores precios o me voy? Pues eso

¡Qué nos hemos olvidado del Brexit! La Covid-19 también nos ha quitado eso, prepararnos para el Brexit. 

El impacto de la pandemia se ha cuantificado en 12 billones de dólares en la economía global, así que, el Brexit se ha quedado en ¿un asunto menor? Pero es importantísimo que nos pongamos a ello, a confirmar los acuerdos y sobre todo, “los cómo lo vamos a hacer” para mantener las actividades económicas porque, a la que nos descuidemos, estamos a 31 de diciembre y la tenemos montada. 

La situación del Brexit y los efectos de una salida sin acuerdo sobre las exportaciones e importaciones valencianas están ahí y no son menores. No olvidemos que Reino Unido es el tercer destino de las exportaciones valencianas (son el 8% sobre la exportación total de la Comunitat) y quinto socio importador. Además, este escenario, el de la salida sin acuerdo, es más que probable ante la persistencia de las divergencias en asuntos como la pesca, los productos financieros y la competencia justa entre empresas. Así nos lo han dicho los que están negociando (patronales valencianas incluidas). Así que hay que ponerse las pilas. Encima los productos de la Comunitat más exportados a Reino Unido son del capítulo de vehículos (más del 47% del total exportado), sector tremendamente afectado por la Covid. #vamosparabingo

Como saben, los efectos de no llegar a acuerdos pasarán por ser considerados un tercer país al uso y tener que asumir aranceles varios (automóviles del 10%, calzado un 16%, cítricos de entre un 10 a un 16% o cerámica y mueble, un 4%), entre otras cosas (y el turismo qué). Con estos gravámenes imposible mantener la competitividad y rentabilidad.Y si a los exportadores no les salen los números para poder vender fuera ¿adivinan a quiénes pedirán ajustes, rebajas, mejores precios o me voy? Pues eso. 

No podemos olvidarnos del Brexit porque se volverá a pedir “comprensión” al sector del transporte y la logística, y los márgenes son los que son. No pueden pagar los de siempre. Y más cuando estamos sumidos en una crisis económica mundial incontrolable. Evitemos sumar más problemas, por favor. Toca negociar.